viernes, febrero 23, 2007

361. la odiosa importación del halloween

otra cosa que descubrí es que la gente se ponía de mal humor cuando les ofrecía ataúdes para sus fiestas de halloween. Con justa razón, pienso yo, importar esa fiesta gringa fue una señal de que estábamos cerca del colmo de la decadencia. Me da vergüenza mencionarlo.

Pero, cosas de la vida, la necesidad me puso en esa posición, y como estaba desesperado por no tener con qué pagar los sueldos y las facturas pendientes de la empresa, traté de vender ataúdes a las discoteques, promoviendo de esa manera la odiosa importación del halloween.

miércoles, febrero 21, 2007

360. continuación del anterior

La foto es de octubre de 1997, mientras ayudaba a cargar el camión de la empresa (con un poco más de pelo que ahora). Nunca pude entender por qué los ataúdes oscuros se vendían bien en regiones, mientras que en Santiago preferían los de color más claro. Una vez le vendí unos ataúdes oscuros a una funeraria que quedaba en Bilbao c/ JM Infante. El chofer le dijo al dueño: "Nooo si loz ozcuroh zon los que ze eztán uzando ahora". El gallo nos compró cuatro y después me odió a muerte. Una vez lo pasé a ver y no me recibió. Son raros los chilenos, ¿qué culpa tengo yo de que haya comprado mal? y además ¿por qué no compran ataúdes oscuros los otros huevones?

Hay una funeraria que se llama "Carrasco Hnos" y que al parecer despierta mucha antipatía entre los otros colegas, porque a veces me confundían con ellos por mi apellido y me cortaban el teléfono antes de que pudiera articular palabra:

- Sí, ¿de parte de quién?
- de julio carr...
- (clic) tuuuuuuuu