martes, marzo 16, 2010

Y yo que pensaba pagarle a un brujo vudú para que enchufara mi alma en el cuerpo de un gato

Escuchando el ronroneo de mi gato me formulé una pregunta metafísica: ¿Sufrirán los gatos?

entonces mi gato reparó en mi semblante
intuyó mi duda
y me dejó caer su mirada
no al acecho, como cuando escala las rejas del balcón de los
vecinos
no de angustia, como cuando va a saltar sobre un pájaro
sino de cansancio
como diciendo y suspirando a un tiempo:

los gatos también sufren.

De El libro de los tiburones (1995)