viernes, abril 11, 2008

610. En síntesis no perdí nada / por Raúl Zurita

La noche del 31 de octubre de 2006 desconocidos tomaron por asalto la casa del poeta Raúl Zurita. Esta es su versión de los hechos; fue publicada en www.elclaneta.cl por aquellos días pero se borró parece, debido a un problema informático. Ahora está en Malasya.

Por Raúl Zurita

Claro que me robaron el portátil los compadres, pasaron un par de cosas con todo cómicas, llevaba tres días matándome, obsesivo, con un poema que no me salía y no había caso y justo, pero 30 segundos antes que los compadres entraran con la Paulina enferma de encañonada (la agarraron afuera cuando venía llegando, era las 11 de la noche), bueno justo en el momento que entran lo cerré porque por fin se me iluminó la ampolleta, y allí entran los tipos, ya mierda, chuchadas, empujones, punzazos con las pistolas y al suelo mierda, nos amarran y nos tiran una alfombra encima, y las típicas, donde tenís el "oro" conchadetumadre y etc. etc. Y yo cacho que obviamente me van a pelar el portátil y una vez cachado eso cacho ipsofacto que iba a cagar con el poema que había recién terminado y "dentré" a negociar amarrrado, tirado en el suelo y con la alfombra encima para que me dejaran grabarlo antes de que se lo llevaran, ni te cuento el vendaval de chuchadas de respuesta y en eso oigo a la Paulina que estaba tirada al lado mío que me dice en susurros "cállate por favor que nos van a matar", me callé altiro, pero me dediqué el resto del asalto a memorizármelo (esas típicas huevadas: ¿puse "desorbitantes planicies" o "desorbitadas planicies"?) mientras nos asaltaban. Justo después que se fueron llegó el ex marido de la Paulina que venía a dejar al otro cabro chico y se cruzó con los malandras afuera, entró porque dejaron la puerta abierta y este ex nos desató con lo que quedamos amiguis amiguis (me acordé de esa canción del Peralta: “Me cae bien tu ex marido...”), bueno después llegaron los pacos y mientras estaba todo el hueveo de las declaraciones, huellas y tutti, me dediqué a reconstruir a mano la cagada de poema y putas... lo logré. Ahora por casualidad absoluta no tenía el pendrive en el computador (siempre lo tengo conectado para grabar altiro) y no lo tenía puesto, en realidad allí me habrían jodido porque tengo todas mis huevadas metidas allí y los señores delincuentes, I supose, no habrían tenido la gentileza de sacarlo y decirme: tomé señor, aquí tiene su pen drive. Así que en síntesis no perdí nada.

jueves, abril 10, 2008

609. moteles

Leí anteayer en la prensa que habían descubierto un motel con hoyos para espiar a los clientes mientras tenían sexo, y me acordé de un tipo que conocí en Cuba. Los que trabajan en moteles allá se hacen ricos diciéndole a la gente que no hay piezas vacías, y aceptando solamente a quienes ofrecen una coima por adelantado. El tipo que conocí, además de espiar a los clientes no lavaba las sábanas; era un acuerdo con sus compañeros de trabajo. Las dejaban en el techo para que se pusieran tiesas por el sol, después las doblaban y las ubicaban bajo el asiento del mostrador; el que atendía a la entrada se sentaba sobre ellas y así las “planchaba”. Con esto aparte de ahorrarse el trabajo de lavar las sábanas conseguían dinero extra vendiendo el detergente en el mercado negro. Bastante asqueroso, digo yo, sentarse encima de esas sábanas. Perfectamente podría haber quedado embarazado ese tipo. (Ahora anda uno que se embarazó no sé dónde).

miércoles, abril 09, 2008

608. mi primer cadáver

La primera persona muerta que vi fue una ex compañera de curso en 4º medio. Sufrió un derrame cerebral a la semana siguiente de salir del colegio. No era mi amiga. Al verla en el féretro sentí que el corazón se me iba a salir del pecho (es una expresión cubana, pero creo que también la he escuchado en Chile). Esa noche tuve unas pesadillas espectaculares, ella estaba mirándome desde la ventana de mi pieza y yo no conseguía despertar. Lo logré tipo 4 AM, me fui al living, puse “Clics modernos” de Charly García, me embargó la paz. Gracias Charly.

martes, abril 08, 2008

607. marca páginas en gernika

Bianchi ha pasado varias veces por Guernica desde que lanzamos poemas en 2004. Me dice que vio uno de los marca páginas con mi poema en el Libro "Dictatura a la democracia", en la biblioetca de Luis Iriondo, sobreviviente del bombardeo de 1937. También vio un poema de mi hermano Cristóbal Joannón en un libro de yoga.

Habría preferido estar en el libro de yoga. La próxima vez que vayas cambia de libro los marca páginas Bianchi por favor.

domingo, abril 06, 2008

606. un hoyo negro suizo

Cuando los periodistas insisten en el poder adivinatorio de autores de ciencia ficción como Arthur Clarke es porque prefieren no referirse a su obra, que evidentemente desconocen. El fallecido escritor parece en efecto haber vaticinado algo relacionado con los satélites. No lo tengo claro. La verdad es que yo tampoco lo he leído y heme aquí echando mano al mismo recurso.

No sé cómo serán sus libros, pero lo que se ha escrito sobre su vida es muy entretenido y no pude resistir la tentación de escribir una columna de ciencia ficción, con mayor razón si se considera que es el género de moda en el Pentágono. Supe que una de sus oficinas se dedica a peinar las editoriales del orbe en busca de inventos literarios que puedan servir de insumo al diseño de nuevas armas. Presumo que estarán nadando en Google las veinticuatro horas del día tras frases como “alterando el gen de un zancudo conseguiremos que taladre el blindaje de los tanques rusos” o “inoculemos plutonio en un árbol para usar sus frutos como combustible de nuestros submarinos nucleares”.

Según ha trascendido, le van ganando la carrera a la ficción, con moscas equipadas con microcámaras espías, delfines suicidas y unos robots desarma-bombas utilizados en Irak, los mismos que vi en una película de los ochenta en la que actuaba el rockero Gene Simmons.

Pienso que sería más provechoso llevar la guerra al espacio. Basta una lectura cuidadosa de la prensa para notar la profusión de noticias relacionadas con la posibilidad de habitar otros planetas. Las agencias de turismo espacial, sin ir más lejos, ya son una realidad. Si le hacemos la guerra a una civilización menos desarrollada, pasaremos menos tiempo discutiendo entre terrícolas.

Un posible objetivo podría haber sido Mercurio, donde gracias a sus temperaturas diurnas de 400 grados adquiriríamos un agradable bronceado, pero no hay nada allí a lo que podamos hacer la guerra. ¿Marte? El paisaje marciano es terriblemente monótono, da la impresión de que los seres humanos lo hubiéramos desechado antes de llegar a la Tierra. Titán, uno de los satélites de Saturno, es más atractivo: la sonda Cassini descubrió océanos de agua bajo su superficie el otro día. Y enormes yacimientos de hidrocarburo: no necesito decir más.

No nos faltan recursos para la guerra interestelar. Acaban de anunciar una demanda contra la puesta en marcha de un gigantesco acelerador de partículas en las afueras de Ginebra. La razón es el temor de que los científicos, que esperan recrear condiciones similares a las que había una trillonésima de segundo después del big bang, construyan involuntariamente un microagujero negro.

Un agujero negro, para quienes no lo saben, es una zona de masa y densidad enormes, capaz de tragarse estrellas enteras. Si uno de ellos llegara a “estabilizarse” en Suiza, se comería no sólo Europa, sino también este diario, la Tierra, el resto de la Vía Láctea y quién sabe qué más. La buena noticia es que controlando ese poder podríamos poner de rodillas al universo.

Ahora que se me acaba el espacio, no quisiera dejar pasar la ocasión de decir unas palabras a los internautas del Pentágono, seguros lectores de esta columna: “Saludos desde Chile. Y ojo con Ginebra”.