Nunca aprecié más a Satie que cuando toqué una de sus gimnopedias en piano. Empezaba con mucho entusiasmo pero la mayor parte de las veces paraba a mitad de camino fascinado por el color que quedaba en el aire tras ejecutar una secuencia de acordes. Sin proponérmelo empecé a escribir poemas estáticos donde todo flotaba como si no hubiera gravedad. Uno puede volverse loco, la música de Satie es una incitación a la inmovilidad, o tal vez una traducción de la obra de Ricardo Reis al lenguaje musical. Para contrarrestarlo empecé a escuchar cosas de la primera época de Stravinski, y me hizo bien. Satie me sigue gustando mucho, demasiado diría yo, como para intentar tocarlo de nuevo. La observación está de más en todo caso, llevo más de 6 años sin sentarme en un piano.
A propósito de los estados de ánimo generados por la música, el maestro Cirilo Vila alababa en una de sus clases el poder vigorizante de los Conciertos de Brandenburgo (Bach), y, un poco en broma, recomendaba escucharlos en las mañanas.
jueves, julio 20, 2006
miércoles, julio 19, 2006
242. La Leyenda del Vaquero Chileno
Anteayer tuve una reunión con Adrián Solar para ver temas relativos a la producción de La Leyenda del Vaquero Chileno, un largometraje de ficción en que se ha embarcado Casagrande. Llevamos dos años de trabajo y recién comenzamos a entrar en tierra derecha.
Solar ha producido películas como “Taxi para tres”, “En la cama”, y varias más. Cuando nos sentamos en su oficina partí con un discurso diplomático resumiendo nuestra labor hasta la fecha:
- Adrián, ahora sí que estamos con las pilas puestas ….
- ¡Mentiroso! (me interrumpió él), ¡No han hecho nada!
No pude aguantar la risa. Tiene razón, nos dejamos estar un rato porque el negro Prieto se casó, pero ahora sí que estamos con las pilas puestas.
Solar ha producido películas como “Taxi para tres”, “En la cama”, y varias más. Cuando nos sentamos en su oficina partí con un discurso diplomático resumiendo nuestra labor hasta la fecha:
- Adrián, ahora sí que estamos con las pilas puestas ….
- ¡Mentiroso! (me interrumpió él), ¡No han hecho nada!
No pude aguantar la risa. Tiene razón, nos dejamos estar un rato porque el negro Prieto se casó, pero ahora sí que estamos con las pilas puestas.
lunes, julio 17, 2006
domingo, julio 16, 2006
240. Un año
Compañeros y amigas:
El 14 de julio recién pasado este blog cumplió un año. Desde un comienzo tomé la decisión de no borrar comentarios y así lo he hecho, siempre que no medien razones de fuerza mayor. He recibido insultos pero también satisfacciones, como cuando un visitante me mandó un mail avisándome que éramos primos lejanos, a raíz de un posteo donde menciono a una neurótica del siglo XIX llamada María Luisa Santander, tía tatarabuela mía.
Lo más importante de mi participación en la blogósfera ha sido constatar la forma en que los blogs interfieren con la realidad. Hay muchas anécdotas que referiré otro día.
Malasya ha acumulado 155 mil visitas, que van aumentando a una tasa de entre 200 y 400 por día y provienen mayoritariamente de Chile, Uruguay y Argentina. Durante las giras musicales de Quilapayún mi tío Eduardo Carrasco llamó a esta región Transandinia, (ver "Quilapayún , la revolución y las estrellas", no recuerdo la editorial) aventurando que podría verse como un solo país. Tal posibilidad convendría a los chilenos más que a nadie, puesto que nos dejaría como tetracampiones (con i) de fútbol.
como nací en Chile, viví 15 años en Cuba y tengo dos hermanos paraguayos, me siento re latinoamericano. Esto me parece un barrio más que un continente. Pero ya ni sé de qué estoy hablando. Tenía pensado hacer un posteo aniversario con más estadísticas pero no me da el cuero.
Los dejo con esta foto de mi pipa en la ventana de la pieza donde está el computador donde escribo en las noches.
Un abrazo a todos (a ti también).
El 14 de julio recién pasado este blog cumplió un año. Desde un comienzo tomé la decisión de no borrar comentarios y así lo he hecho, siempre que no medien razones de fuerza mayor. He recibido insultos pero también satisfacciones, como cuando un visitante me mandó un mail avisándome que éramos primos lejanos, a raíz de un posteo donde menciono a una neurótica del siglo XIX llamada María Luisa Santander, tía tatarabuela mía.
Lo más importante de mi participación en la blogósfera ha sido constatar la forma en que los blogs interfieren con la realidad. Hay muchas anécdotas que referiré otro día.
Malasya ha acumulado 155 mil visitas, que van aumentando a una tasa de entre 200 y 400 por día y provienen mayoritariamente de Chile, Uruguay y Argentina. Durante las giras musicales de Quilapayún mi tío Eduardo Carrasco llamó a esta región Transandinia, (ver "Quilapayún , la revolución y las estrellas", no recuerdo la editorial) aventurando que podría verse como un solo país. Tal posibilidad convendría a los chilenos más que a nadie, puesto que nos dejaría como tetracampiones (con i) de fútbol.
como nací en Chile, viví 15 años en Cuba y tengo dos hermanos paraguayos, me siento re latinoamericano. Esto me parece un barrio más que un continente. Pero ya ni sé de qué estoy hablando. Tenía pensado hacer un posteo aniversario con más estadísticas pero no me da el cuero.
Los dejo con esta foto de mi pipa en la ventana de la pieza donde está el computador donde escribo en las noches.
Un abrazo a todos (a ti también).
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