Apollinaire eliminó todos los signos de puntuación de Alcoholes a última hora. Yo no quise ser menos y la semana pasada pedí a mi editor cambiar los signos de puntuación de Sumatra por espacios. Me mandó a freír espárragos; no pude ser como Apollinaire. Bueno pero tenía razón mi editor; ahora me anda molestando con que lo tengo que invitar a una botella de whisky. Acabo de hacer las últimas revisiones; mi libro se va a la imprenta mañana viernes.
Cuando recibí la maqueta para revisarla, me costó reconocer el contenido. ¿Esto escribí yo? (me pregunté). Era la maqueta de un libro de Armando Uribe en el que está trabajando mi editor.
No es el único pensamiento estúpido que he tenido. Hace un mes o dos, cuando fui a comprar mi nueva pipa, estuve a punto de gastar 60 lucas en un modelo francés. La que compré me costó 26 y es exquisita (marca MEDICO).
La cosa es que cuando caminaba por los intestinos del Parque Arauco con mi pipa nueva, confundí a un tipo que bajaba por la escalera mecánica con mi reflejo (había espejos en los costados). Casi, casi, casi alcanzo a pensar: ¿tanto he cambiado? Duró una fracción de segundo, pero es el pensamiento más estúpido que he tenido en los últimos dos meses.
jueves, octubre 06, 2005
miércoles, octubre 05, 2005
53. Los Muebles en Valdivia
El domingo en la noche Javiera Parra tocó tres temas con su nueva agrupación, Malabia. Prieto y yo discutimos sobre el atractivo de Javiera, al final nos pusimos de acuerdo en que es una mujer guapa, aunque no pudimos precisar las razones. En mi caso me dejé impresionar por el escote pronunciado que lucía.
Javiera tocó canciones más bien introspectivas, con acordes suaves; me gusta mucho más ahora que antes (hablo de su música). Luego vino CHC y se armó una tremenda fiesta, son increíbles en el escenario, imposible no ponerse a saltar con ellos. Después de tamaño show nos tocaba a nosotros; estábamos preocupados por no saber si podríamos dar respuesta a las expectativas que habíamos generado. Ya estábamos acostumbrados a mover las cejas hacia arriba y hacia abajo como los rock stars. Además a la gente le había dado con que estaba nervioso, si hablaba todos me decían "relájate Malayo", si me callaba me decían "no estés tan nervioso Malayo". Y terminaron por ponerme nervioso. Pero confiaba 100% en nuestra barra de atractivas santiaguinas.
No pudimos conseguirnos batería, así que nos las ingeniamos con una batería electrónica programable. Joaquín se convirtió así en DJ Prieto. Pueden ver a Cristóbal Bianchi a la izquierda de la foto (con sombrero). Como tampoco nos conseguimos bajo, optamos por tocar con dos guitarras. El público estaba formado casi exclusivamente por actores, directores de cine, músicos de películas de cine, gente de la radio y algunos periodistas de farándula. Finalmente pasó lo que pasa siempre: matamos. Y después, a bailar hasta el otro día.
A las 4 AM fuimos a dar a la pieza de uno de los actores de La Sagrada Familia. 20 o 30 personas vociferando en una minúscula pieza de hotel. Vaciaron el frigo bar, saltaron sobre las camas y las desarmaron, fue un escándalo. Para aportar algo a la barbarie, pegué una calcomanía de Los Muebles en la pantalla del televisor. Pero al rato alguien que quería ver mejor el culo de Britney Spears la sacó, con no poca dificultad. ¿Más información? clic aquí.
Hoy en la mañana
Explosión demográfica en el gimnasio; el doble de la concurrencia habitual. La gente trata de hacer en primavera lo que no hizo en todo un año. Había un forzudo argentino con un aliento a ajo insoportable. No pude aguantarme y se lo dije. Me contó que en Argentina los forzudos comen hasta 3 cabezas de ajo diarias. Después de dialogar los dos cedimos; él se preocupó sobre el efecto que provoca su alimentación en los demás y yo reflexioné sobre las propiedades terapéuticas del ajo. Por favor compañeros, sean responsables con lo que comen. Si comen mucho ajo no respiren muy fuerte.
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