sábado, mayo 24, 2008

644. facultad de artes en toma


Entiendo que lo que pasa es que quieren trasladar la facultad al campus Juan Gómez Millas, y un par de cosas más que se ven turbias. Los universitarios y yo nunca hemos estado de acuerdo, pero esta vez puede que sea la excepción.

viernes, mayo 23, 2008

643. Pingüinos revueltos

Fue interesante comparar el lenguaje usado por liceanos y universitarios durante una manifestación la semana pasada. Un dirigente escolar dijo que la ley general de educación era asquerosa, mientras que su homólogo universitario reprodujo algunos lugares comunes sin importancia.

Me caen mal los dirigentes universitarios, por lateros, arrogantes y ambiciosos. Los secundarios todavía tienen algo de ingenuidad que los hace queribles, a pesar de que la mayor parte del tiempo dicen y hacen disparates. Como periodista, en 2006 me tocó cubrir las movilizaciones de estos últimos y pude conversar con varios de sus líderes. Me encantaban, aunque advertía algunos de los elementos que más tarde los convertirían en universitarios, como la construcción de una retórica posera, basada en un número reducido de tecnicismos (“asamblea”, “zonales”, “bases”, “vocerías”).

Recuerdo que por aquellos días recibía cadenas de mails cargados de una ingenuidad que ya se la querrían los guionistas de la película Iron Man (que es buenísima, en todo caso). Uno de ellos me provocó un ataque de risa que me hizo derramar mi mate sobre el teclado del computador. No recuerdo qué decía, pero terminaba dándoles las gracias a los dirigentes pingüinos por “devolvernos la esperanza”.

La gran masa de escolares sólo tuvo una idea vaga de las razones que estaban detrás de las tomas; sencillamente se unió a éstas para pasarlo bien. A ellos les importaba mucho más el valor del pasaje escolar que la derogación de la LOCE. Las mismas razones eran tan difusas que se mezclaron después con el Transantiago y otras hierbas. Clamaban por el precio de la PSU, pero mostraron poquísimo interés por postular a las becas ofrecidas por el gobierno ese mismo año. Mientras tanto el Colegio de Profesores, que ha puesto todo tipo de trabas a la evaluación docente, aplaudía sus peticiones de mayor calidad en la educación.

La primera revuelta del siglo veintiuno, el histórico movimiento social equis, la revolución no sé cuánto y otros nombres rimbombantes les han puesto a los episodios de 2006 algunos sesudos llenos de esperanza. Les advierto a esos desinformados que es a los planes del Mineduc a lo que tienen que agradecer, por haber incorporado la enseñanza de los valores democráticos y estimulado la participación estudiantil a través de los consejos escolares. Las autoridades les dieron todas las facilidades para que se organizaran e incluso les prestaron infraestructura.

Una movilización constituye una manera dinámica de extender las redes personales de los jóvenes y, por lo tanto, es saludable para su desarrollo y hasta para sus futuras perspectivas laborales. A mí me parece bien que tengamos adolescentes inquietos, pero mi esperanza no depende de que tiren más o menos piedras.

En cuanto a sus líderes, en veinte años más van a estar en el Congreso y en los ministerios. Es lo que pasa siempre. Con los años he aprendido que el pensamiento, como el aire acondicionado, tiene el poder de enfriar los acontecimientos y descubrir el peso relativo que tienen en el conjunto de estímulos de la vida diaria. Soy un escéptico: creo que fui rozado por una pluma del ala del arcángel de la indiferencia.


jueves, mayo 22, 2008

martes, mayo 20, 2008

640. Canciones anónimas cubanas

Los delincuentes en Cuba tenían un repertorio de canciones populares. Solían cantarse batiendo las palmas rítmicamente; se dice que las componían en la cárcel. Muchas de ellas circulaban en el colegio o en las faenas agrícolas que desempeñaban los estudiantes. Una o dos melodías se repetían siempre, y lo que iba cambiando era la letra. Así, dos canciones diferentes podían tener la misma melodía.

Una de ellas describía un encuentro amoroso que termina con una “bárbara estocada”, o sea una penetración. La chica termina sangrando, lo que hace suponer que era virgen. Decía más o menos:

“Comenzamos la fiesta con un beso / de amor y de ternura plena / y sin ver un satélite perverso (?) / mis manos se deslizaron por tu seno / (…) / después te di una bárbara estocada / y así fue como perdiste la batalla /(…) / tú sangrabas como todo un guerrero (?) /(…)/ (coro:) ya tú ves, perversa, una bárbara estocada / una bárbara estocada con la punta de mi espada / …”

Al final de la canción la mujer es una "perversa" por haberse dejado penetrar; el cantante masculino canta victoria.

Había mucho de competencia, de dominación de la pareja. Las mujeres por su parte cantaban también algunas canciones, pero sin alusiones sexuales. Por ejemplo:

“él era mi novio / y yo lo trajinaba / cuando comía pollo / los huesos le dejaba”

En general eran letras que atizaban el bulling:

“Échate p’allá / perrito sabueso / tú me das la carne / yo te doy el hueso”.

O sea, la violencia era de ambas partes. Por mi parte nunca ejercí presión sobre una chica, y en cambio sí fui presionado.

domingo, mayo 18, 2008

639. un cómic erótico que vi en una revista francesa

Vi un cómic erótico cuando recién llegué a Francia, me parece que fue en diciembre 1974. Aunque no sabía leer, y menos en francés, interpretaba la historia a partir de los dibujos. Trataba de un tipo que se enganchaba con una mina que se sacaba la cabeza como si fuera un accesorio. De repente el tipo la descubría andando en calzones y sin cabeza por el departamento y empezaba a no entender nada. El tipo era entonces retenido contra su voluntad y tenía sexo con la mina, a veces con, a veces sin cabeza. Tenía un cuerazo la mina, hay que decirlo; pero era un fantasma, o sea se sacaba la cabeza a voluntad. Daba una mezcla de atracción y terror.