viernes, junio 22, 2007

422. No habrá ayuda del exterior

En marzo de 1997 escribí una carta a Carlos Cardoen proponiéndole que fuera mi mecenas. Mi situación era precaria, y sentía que era una propuesta razonable. Una tirada de naipes de tarot por esos días arrojó el siguiente mensaje: “No habrá ayuda del exterior”.

Fue súper útil para concentrarme en mi propio esfuerzo. Todavía hoy, si no me dan ganas de levantarme en la mañana o me invade una sensación de cansancio general, me repito: “no habrá ayuda del exterior” y me siento un espartano bloqueado en las Termópilas. Háganlo uds, lo recomiendo.

421. La tigresa del oriente responde

En una entrevista que dio a la TV peruana, la Tigresa del Oriente responde a las críticas de que fue objeto luego de su irrupción en la tecnocumbia:

"Es que esas personas son personas renegadas, frustradas, que han querido ser y nunca fueron, a eso se debe ese tipo de críticas y yo como buenas tigresa me resbala todo lo que puedan decir. Y para la tigresa no hay nada imposible, todo es posible, solamente que me trace una meta, y digo yo hago esto y lo voy a hacer. Dentro de mí estuvo durmiendo por muchos años la tigresa del oriente, ahora esa tigresa que estuvo dentro de mi se despertó".

Supe de esta mujer por comentarios anónimos en una entrada anterior. La admiro. --> Aquí puedes ver su video clip.

miércoles, junio 20, 2007

420. la concentración mística y la ley de los mandriles

Para vencer sus pulsiones agresivas un amigo hizo un retiro vipassana (se trata de una técnica de meditación) en la India. Pasaba 8 horas diarias sobre un cojín con los ojos cerrados, tomando un recreo de 20 minutos a mediodía, que aprovechaba para observar la cadena montañosa sagrada de los Anapurnas. Pero siempre volvía turbado a su cojín por causa de una comunidad de mandriles del lugar, en la que el macho alfa abusaba de los monos más jóvenes sin importar de qué sexo fueran, mientras el resto de los integrantes se masturbaba compulsivamente. Toda la concentración mística de mi amigo se iba al carajo en ese momento.

lunes, junio 18, 2007

419. focas

Una amiga que vive en Londres fue requerida por una conocida artista japonesa para trabajar en una performance contra la matanza de focas. Su papel consistía en vestirse con una felpa blanca que llevaba adheridas unas bolsitas con líquido rojo que emulaban la sangre de las focas indefensas. La artista performista, por su parte, debía jugar el rol de los malos, agarrándola a palazos con un madero envuelto en esponja y fieltro. Todo iba bien hasta que la artista tomó posesión de su personaje y lo interpretó tan correctamente que mi amiga disfrazada recibió una golpiza que ya se la quisieran las focas verdaderas.

Yo creo que esta artista performista debería estar en el Ártico matando focas, y que en realidad la performance era una excusa freudiana para sublimar su inclinación natural a dar palazos. Todos llevamos dentro esa agresividad, algunos consiguen canalizarla y vivir más o menos tranquilamente. No es mi caso: yo tengo que hacer yoga.