miércoles, agosto 15, 2007

456. Lex y Robert en Nueva Orleans

Lex y Robert conocieron a unos ‘white trash’ (así le dicen a los blancos proletarios acá) muy simpáticos cerca de Nueva Orleáns, donde andaban vacacionando, y fueron invitados a un asado-picnic. Se subieron a un bote con ellos y sus familias, y remaron hasta llegar a una isla en medio de un río que hay por allá, o una represa, lo olvidé, esto fue un año antes del desastre de Nueva Orleans. No bien llegaron al lugar, los anfitriones para estar más cómodos empezaron a sacarse los zapatos y los bolsos. Lex y Robert quedaron espantados al ver que junto con los calcetines, cucharas, bronceadores, sus nuevos amigos dejaban granadas y ametralladoras: un arsenal. Fue difícil, sobre todo para Lex, que tuvo que fingir modales masculinos de los que carece por completo. Pero les sirvió para recordar que Nueva York no es los EEUU (es lo que repiten los neoyorkinos).

En el resto del país, sobre todo en el sur, la gente es predominantemente conservadora y compra armas como quien compra desodorante.

martes, agosto 14, 2007

455. gente que enloquece en NY

Tenía un cargo en el Lincoln Center por el que un ser humano medio sacaría el pellejo a su mejor amigo. Viajaba por los festivales de cine del mundo eligiendo películas para traer a Nueva York, y recibía un sueldo enorme por eso. Al cumplir 10 años en los EEUU debía postular a la green card para poder seguir en el país, pero por el prestigio de la institución donde trabajaba la aprobación se daba por descontada. Sin embargo nunca inició el trámite; prefirió chantajear a su novia norteamericana para que se casara con él, obteniendo la residencia permanente por esa vía. Pensó que si no postulaba a la green card, la forzaría a aceptar el matrimonio. Pero era una relación tormentosa, los vecinos, que eran amigos suyos también, escuchaban gritos y ruidos todos los días. Se venció el plazo, sus superiores tuvieron que despedirlo porque pasó a ser un indocumentado, un paria. Ahora nadie sabe de él. Dejó su depto, peleó con todos sus amigos, no contesta los e-mails. Se rumorea que sigue en NY porque algunos lo han visto, pero no se sabe nada más. Dicen que esta ciudad enloquece a algunas personas; yo creo él siempre fue loco.

lunes, agosto 13, 2007

454. Gringos: tomen resguardos si viajan a Cuba

Suzanne fue a cuba en 1999 por dos semanas, a su regreso hizo escala en otro país porque los estadounidenses no pueden viajar directamente a la isla. En Nassau, su destino previo a los EEUU, le encontraron cigarros y ron cubano, por lo que poco tiempo después de regresar a su casa recibió una comunicación del Depto del Tesoro donde se le avisaba que recibiría 15 mil dólares de multa por violar la ley de prohibición de comercio con Cuba. Luego vio en una revista un articulo de Matt Dillon, el actor, a quien pusieron un juicio por lo mismo, tras haber sido fotografiado fumando un habano durante una visita al festival de cine de La Habana. Ahí se mencionaba a un abogado neoyorkino que lo había salvado, y ella lo contactó. Su batalla legal duró dos años, tuvo que pedir a una amiga que le enviara cartas asegurando que no había gastado un centavo en Cuba. Por suerte era un abogado con vocación de servicio, de otro modo el proceso le habría salido más caro que la multa.

Si eres gringo, lee bien esta historia para que no te pase lo mismo.

domingo, agosto 12, 2007

453. atracción fatal

Jack siente que corrió menos peligro cuando lo detuvieron dos veces por fotografiar edificios bombardeados en Croacia a una semana de terminada la guerra de los Balcanes, que ahora, por haber comenzado una relación amorosa con una persona que llamaremos Caroline, y que trabaja para una agencia del gobierno de una de las repúblicas que independizaron de la ex URSS. A pesar de su juventud Caroline sirvió al ejército de su país por algunos años, y parece que lo sigue haciendo. Es espía. Jack lo sabe, pero la atracción que siente por ella puede más que el sentido común. Piensa acompañarla a un viaje por el norte de Africa, esperemos que vuelva.

Pero una espía que le cuenta de su profesión a su novio es poco seria, por decir lo menos.