domingo, agosto 01, 2010

postal

Esta postal va a la imprenta mañana lunes, para ser distribuida en Berlin y otras ciudades alemanas desde el 6 de agosto:

sábado, junio 26, 2010

Roxina (La Habana 1989)

Aunque no soy pobre(*1) nunca voy a un restaurantsoy un tipo flaco y no quiero engordar
Mi organismo se ha impuesto una nueva dieta
No es por necesidad, ni falta de dinero(*1)
No me gusta la carne asada ni sin cocinar
Por mala digestión, la puedo vomitar
El berro, el ajo, la cebolla me hacen llorar
y una nueva comida he tenido que buscar

Mi desayuno es un vaso de mercurio
y un sandwich de aluminio, si quiero comer
A la hora del almuerzo el cobre es saludable
el bronce queda bien con un poquito de sal
El oro cuando brilla es bueno para la vista
y hasta el aire es más puro si contiene metal
He estado buscando una nueva medicina
la he descubierto en la naturaleza del metal


(coro):sí

(coro):sí

(coro):sí, ¡Aaaah!
Metal en los riñones, metal en los pulmones
respiro, como, bebo trago heavy metal
Metal al desayuno, metal para el almuerzo
Mi estómago sólo digiere heavy metal
Sí.... etc

Metal en la sangre, metal en los dientes
respiro, como, bebo trago heavy metal
Sí... etc

Los pentagramas más perfectos vienen del metal

No es sólo mi opinión, hay que absolutizar
Llena de adrenalina comienzas a saltar
Vendrán ritmos violentos, los vas a disfrutar

(*1) había que enfatizar que en el socialismo no había pobres

lunes, mayo 24, 2010

Alcohol de 90º



Lo tomábamos en cuba a fines de los 80s, mezclado con agua, limón y azúcar; y no sabía tan mal como el azuquín (ron a medio destilar), mucho menos la chispa de tren (alcohol casero). La canción dice "a la pesca el litro y a la monja el medio litro". De acuerdo al idioma de la calle, una monja eran 10 pesos y una pesca, 5. El alcohol de 90º era en cierta medida, un lujo por aquellos días.

martes, mayo 11, 2010

púgil 1993

Vitrineaba en la feria artesanal de la estación Santa Lucía y solté un papel de chocolate en el cesto de basura de un local donde vendían cuero. El dueño montó en cólera y antes de que me marchara me pegó un combo suavecito. En la impaciencia por enseñarle a golpear me enredé con mi bolso un par de segundos. Sólo pude tocarlo una vez; mientras el hombre caía de espaldas contra los artículos de piel, los guardias de la feria se me abalanzaron y me arrastraron por el lugar como a un ladrón, mientras el tipo aprovechaba de darme patadas e insultos. Total, nos amigamos más tarde en la posta central. Él quedó con un ojo clausurado y yo, cosa extraña, sin heridas visibles a pesar de la machucada.

La saga:

martes, marzo 16, 2010

Y yo que pensaba pagarle a un brujo vudú para que enchufara mi alma en el cuerpo de un gato

Escuchando el ronroneo de mi gato me formulé una pregunta metafísica: ¿Sufrirán los gatos?

entonces mi gato reparó en mi semblante
intuyó mi duda
y me dejó caer su mirada
no al acecho, como cuando escala las rejas del balcón de los
vecinos
no de angustia, como cuando va a saltar sobre un pájaro
sino de cansancio
como diciendo y suspirando a un tiempo:

los gatos también sufren.

De El libro de los tiburones (1995)

lunes, marzo 01, 2010

Cómo pasé el terremoto

Andaba por Barrio Yungay (uno de los barrios antiguos de Stgo), en plena calle. Por la hora (3:30 am) la avenida estaba desierta. Partió como un temblor, que rápidamente aumentó de magnitud. Escuché en estéreo el ruido subterráneo; las paredes ondeaban como si fueran trapos al viento. Por momentos era difícil mantenerse de pie. Una nube de polvo comenzó a ascender lentamente por la caída de los escombros. Le daba un aspecto fantasmagórico a la escena.

Mientras volvía a mi depto vi los vecinos saliendo a acampar en la calle. Varias casas habían sufrido daño; por todos lados se escuchaban las sirenas. Tuve entonces esa sensación de pertenencia universal a la comunidad. El fascismo, el clasismo, el fundamentalismo, son como implantes de silicona en la conciencia humana; antinaturales y artificiales.

martes, febrero 23, 2010

afiches de mi gimnasio: coraje



"Coraje es paciencia bajo presión", dice el afiche. Encuentro que es una definición interesante. Yo no tengo mucha paciencia en todo caso.

viernes, febrero 19, 2010

conceptos meramente legitimadores

Axel Honneth en “Crítica del agravio moral” (FCE, 2009, p. 390) para indicar que el desafío no es sólo de la derecha, es también, del llamado progresismo de izquierda. Honneth argumenta que “lo confuso e incluso perplejo de la situación actual consiste probablemente en que las ideas rectoras normativas de las décadas pasadas bien siguen teniendo una actualidad performativa, pero de manera subliminal parecer haber perdido o transformado su significado emancipador, ya que en muchas partes se han convertido en conceptos meramente legitimadores de un nuevo nivel de expansión capitalista.

Honneth: aprende a escribir por la reconcha de tu madre. Deformar los verbos del inglés de negocios para castellanizarlos es de pésimo gusto; conceptualizar con ellos es una ordinariez; meterlos en un discurso de izquierda es grave, por cuanto delata una mentalidad colonizada por los estereotipos del adversario ideológico.

No hagamos, en todo caso, de esto una cruzada. Conozco personas que por la manera en que se expresan, me hacen dudar de que entiendan lo que ellos mismos dicen, y sin embargo son excelentes seres humanos (mucho mejores que yo). Si usé un garabato fue sólo como recurso literario; me disculpo.

lunes, febrero 15, 2010

es una antigua canción de josé feliciano, ojalá que no le encuentren ninguna gracia

Ódiame, por favor, yo te lo pido
Ódiame sin medida ni clemencia
Odio quiero más que indiferencia
Porque el rencor hiere menos que el olvido
...
Si tú me odias quedaré yo convencido
De que me amaste, mujer con insistencia
Pero ten presente, de acuerdo a la experiencia
Que tan sólo se odia, lo querido

jueves, enero 21, 2010

3 momentos de un afiche obsoleto



Solitario, recibiendo la sombra de unos cables desordenados. Las elecciones terminaron y no lo sabe.

Una partidaria del contrincante aparece en la vereda opuesta. Nuestro afiche en cambio, no tiene quien lo sostenga. Está inmovil en un poste.
 
Ya no cabe duda: el resultado es adverso. Los del bando opuesto celebran. La Concertación cargó un esperpentio en sus espaldas. El porcentaje obtenido, con todo, es un éxito. Todo el mérito es para las bases.

viernes, enero 15, 2010

no hay que comer mangos en Chile

Este es el último mango que me comí en Chile. Tenía sabor a bolsa de plástico; nunca más compro mangos, ni en la feria ni en el supermercado.

miércoles, enero 06, 2010

volantes del concierto del 13 de enero


Hay (creo que ) 75 diferentes volantes del concierto del 13 de enero. Al juntarse, como Mazinger Z, forman un conjunto mayor, tal como se aprecia en la foto.

domingo, enero 03, 2010

Los Muebles en revista Wikén / 26 de mayo de 2006

Por Sergio Paz


Desde hace unos meses, un grupo de música la está rompiendo. Se trata de Los Muebles, una banda - pesada, difícil de mover y de transportar- que pide por internet a sus fans que rayen en sus traseros el nombre del grupo, luego se fotografíen y manden las instantáneas a una dirección blogspot. Y el resultado, claro, es sorprendente. Decenas de culos, aunque también tersas pechugas, ya están ahí; prueba ineludible del amor-fervor que produce esta extraña banda liderada por Julio Carrasco, el mismo artista que ha creado insólitos proyectos como Casagrande (una revista gigante que aparece, de tanto en tanto, en las paletas publicitarias del Metro), amén de los ácidos bombardeos de poesía en varias ciudades europeas.


El último concierto de Los Muebles se realizó hace sólo una semana en Bellavista. Cuando la tóxica bruma que agobia a Santiago apenas permitía admirarse la punta de la nariz, un camión de mudanzas dejó a Los Muebles perfectamente arrimados sobre el pequeño escenario del Clandestino; un pub-bar-discotheque, frecuentado normalmente por la flora y fauna más indie de la spielbergniana escena local.


El recital tenía un especial significado para Los Muebles. Aunque ellos no suelen hacerlo, se trataba de un concierto benéfico en favor de Rodrigo Salinas, el único responsable de la hilarante tira cómica que está aquí abajo. Me refiero a Canal 76, la adictiva franja que ya está para libro. Y qué libro. La cosa es que Salinas pronto inaugurará en la sala Gabriela Mistral la primera exposición individual con lo mejor de su obra y, por lo mismo, Los Muebles se cuadraron con Rodrigo y, de no mediar alguna incómoda malversación, todos los fondos recaudados se transformarán en folletitos, vino navegado, papel couché, cartulinas, lápices, U-HU y cuadritos para las obras.


Así las cosas, era de esperar que los primeros reefs (que cursi palabra) estuvieran a cargo del mismísimo Winnis en reemplazo de Cristóbal Bianchi. ¿Quién es Winnis? Pues un héroe-antihéroe creado por el propio Salinas para un personalísimo proyecto junto a La Nueva Gráfica Chilena. Winnis es un ratón humano - con capa y todo- cuyo único súper poder es su extraordinaria voluntad. Por lo mismo Winnis sólo avanza hacia delante, cosa que quedó más que clara en la abertura del show. No voy a mentir. El público, la banda, todos estaban fuera de sí. Tanto que, apenas empezado el concierto, una dulce y preciosa groopie cayó en éxtasis y entonces mostró su trasero, rayado con plumón, que decía: LOS MUEBLES. Y, claro, gritó muy fuerte ¡Grande Los Muebles!


De ahí para adelante todo fue descontrol. Al mejor estilo Los Muebles: Jorge, el bajista, jamás tocó el bajo. Waissbluth, el baterista, no llegó a la cita porque estaba filmando en Barcelona. Y los que sí estaban, Barcaza y Malayo, hacían lo posible para seguir a Winnis (Bianchi).


En síntesis, lo que pasó aquella noche fue una insólita conjunción. Ya lo dije: por un lado Salinas, un artista visual, por otra el parco, cínico, fresco e irónico nuevo aire de Los Muebles; una banda que sin ser banda ha logrado lo que muchos otros grupos, supuestamente profesionales, se morirían por lograr: fervor, fanatismo.


Tanto que hoy son más y más los que se animan a rayarse el trasero con el nombre del grupo; cosa que, hasta donde entiendo, antes de ellos nadie había imaginado.


Es cierto: Los Muebles no venden discos, no tienen clips en MTV, no suenan en los malls ni en las radios, pero ¿quién se rayaría el trasero con Lucybell, Los Tres o Los Jaivas? Mejor ni contestar. Los Muebles no se movieron y lo lograron. ¿La clave? El humor, el sinsentido, la grandeza de la pequeñez.