322. No tan rápido, nena

• El color negro está de moda
• Quien no está informado...
• Lencería 2
• Lencería 1
• No se ve tan mal esta lencería
  

321. qué mató a Pinochet

Despertó a las 8:00 evidenciando un buen estado de salud. Pidió a las enfermeras compren un ramo de flores para Lucía (con quien Allah parecería haber querido fabricar un lobo marino antes que una mujer).

A las 9:45 recibió a Moreira y comentó con él la última encuesta de La Tercera (Moreira evitó mencionar que la mayoría se oponía a que le hicieran funerales de estado). Luego se volvió a dormir.

13:00 Llega Lucía a verlo. Sufre una inesperada 'descompensación'.

¿Por qué su 'descompensación' coincide con la hora en que llega la foca? Su viuda, que en público ostenta una cara angelical que ya se la quisiera la virgen de Hong Kong, es conocida por su pésimo humor. Mi teoría esta: ella andaba sensible por su cumpleaños y le hizo una escena. Y él, que solía enfermarse en la víspera de cada fallo judicial, simplemente se descompensó. Es sólo una teoría, pero lo que es indesmentible es que Pinochet cagó cuando llegó la mina.

No lo mataron los marxistas de La Concertación ni los fallos judiciales ni el plan Z ni el ejército de 15 mil cubanos.

320. Los astros no estaban con él

La fecha en la que se volvía centro de atención le fue arrebatada por la caída de las torres gemelas. Por increíble que parezca, ese mismo acontecimiento fue la causa de que en los EEUU se dieran más facultades para investigar a los bancos, lo que provocó el descubrimiento de las cuentas en el Riggs; o sea, el 11 de septiembre le devolvió la mano.

Y murió el 10 de diciembre: aniversario de su procesamiento por el juez Garzón, día mundial de los derechos humanos y cumpleaños de su mujer. ¿Es posible que tanta coincidencia sea una arbitrariedad? Los escépticos decimos: claro que sí. Pero esto nos da un margen para jugar a que existe un orden. De cualquier manera es un regalo.

Y para quienes puedan interpretarlo, el domingo 10 de diciembre Júpiter, Mercurio y Marte estaban en conjunción; desde la Tierra se veían muy cerca entre ellos debido a un efecto visual producido por la geometría del sistema solar.

319. en el funeral de Pinochet

Quería fotografiarme junto a la momia; eso era todo. Pasé por la Escuela Militar como a las 19:30, había una fila delgada pero larga así que preferí seguir rumbo al cumpleaños de mi prima Manuela. En el cumpleaños había 7 adultos y varios niños. Uno de los asistentes también había pasado por allí para mirar el cadáver y el show que daban afuera. O sea que aproximadamente un 30% de los presentes (dos entre siete) había asistido por curiosidad. Extrapolando esa muestra con un margen de error de un 10%, diré que al menos un 20% de los que fueron a la Escuela Militar lo hizo por un interés necrológico. Mucho menos gente habría ido si los pinochetistas no fueran tan pintorescos.

Volví como a las 22:00 hrs y vi un ambiente bastante hostil. Niños de 6 años hinchaban las venas del cuello para gritar “¡perros comunistas!” de la mano de sus padres; algunos jóvenes rollizos voceaban consignas contra la Bachelet y también contra Chávez (plop). Al mismo tiempo destacamentos de efectivos con el uniforme de tropas especiales patrullaban el lugar y se les notaba muy enojados.

Tomé algunas fotos sin flash, ya me estaba engolosinando cuando recordé que una vez en Cuba por ganar confianza casi pierdo el pellejo a manos de una turba. Acá no había guanacos y los pacos ni siquiera defienden a los periodistas.

318. festejos de ayer

Los rayados más ingeniosos de la jornada:

1. “cambio de mando en el infierno: faltan 200 diablitos”
2. “Pinocho: este cuento se acabó”

Los cánticos:
1. Don Sata, don Sata, culéate al tata (traduzco para lector foráneo: sus seguidores le dicen “el tata”)
2. Que lo tiren al Mapocho (traduzco para lector foráneo: en los comienzos de la dictadura los cadáveres de los opositores aparecían flotando en el río Mapocho)

El ánimo era tranquilo, había niños, guitarras, gente bailando, todo muy parecido a la celebración del triunfo de Bachelet. De pronto los pacos tiraron gases lacrimógenos entre la multitud y fue el caos, gente corriendo para todas partes, tratando de saltar las rejas que dividen la Alameda, todo mal. La mitad se retiró. Al rato me puse combativo y volví a la primera línea sin ninguna idea en especial, sólo por mirar a los energúmenos de siempre; pero al poco rato me di cuenta de que era un contrasentido exponerme nuevamente a los gases lacrimógenos, yo que ni siquiera soporto la cerveza Escudo.

Ahora acabo de volver de una expedición a la Escuela Militar, donde estuve en calidad de agente encubierto. No alcanzo a contarlo ahora, es muy tarde.

317. ¡Holaaaaa!

Decenas de miles de chilenos:
- enviados al exilio
- torturados (los cálculos hablan de entre 50 mil y 300 mil personas)
- expulsados de sus trabajos
- relegados a zonas remotas del país
- impedidos de manisfestar públicamente su pensamiento
- encarcelados arbitrariamente
- impedidos de leer libros o de escuchar música a voluntad
- fusilados
- desaparecidos, lanzados al mar desde helicópteros o enterrados en fosas clandestinas

Si como dicen sus seguidores, salvó al país, lo hizo a un precio desconcertante. No sé a dónde vaya ahora; sea donde fuere, lo volverá un lugar inhabitable con su presencia. Mientras tanto queda por explicar a este lado el escándalo de los pinocheques, las cuentas bancarias en el extranjero, y por supuesto, el destino de las personas que siguen desaparecidas.

Yo le decía a una amiga que habría sido bonito que muriera el 27 de noviembre, fecha del cumpleaños de Bruce Lee, o el 5 de diciembre, cumpleaños de mi padre. Pero que muriera el día del cumpleaños de Lucía Hiriart, esa criatura con la que Allah pareciera haber tenido intenciones de fabricar una morsa antes que una mujer, lo encuentro un verdadero regalo.

Es un momento de alegría pero no de euforia. Evitemos la euforia compañeros y amigas.