sábado, febrero 11, 2006

149. Manuelita Fernández

Una inusual variedad de sopa de espárragos sirvió Manuelita Fernández a su esposo Joaquín Toesca, mientras este trabajaba en los planos del palacio de La Moneda. La estrambótica receta incluía un veneno a base de solimán crudo, con una concentración tal que según informaron los boticarios a la justicia de la época "aún con menos sobraba para matar un bruto". El buen Joaquín perdonó a su mujer y la trajo de vuelta al hogar. Murió antes de ver terminada su obra cumbre, constantemente humillado por un burócrata de apellido Altolaguirre que encontraba sus diseños demasiado artísticos. La Moneda sería concluida en 1805 por José de Goycolea, aprendiz de Toesca y según se dice, uno de los numerosos amantes de Manuelita.

Voy a averiguar dónde está enterrada esta mujer. Voy a ir a su tumba y le voy a decir: Manuelita, fuiste muy mala con Toesca.

Eso pienso hacer.

jueves, febrero 09, 2006

148. estimado señor Cardoen

Marzo de 1997
Estimado señor Cardoen:

Le escribo convencido de que el propósito de mi carta no es menos extravagante que su vida, si me permite decirlo. Las noticias que he tenido de usted hacen oscilar su interés entre los asuntos culturales y las bombas de racimo; francamente y con todo el respeto del mundo, me lo imagino como un hombre bastante loco: en eso cifro mis esperanzas.

Pienso en lo molesto que pueden llegar a resultarle las numerosas misivas de esta clase que debe recibir casi cotidianamente y me apena suponer que pongo a prueba su paciencia. Tal es sin embargo, la porción más pequeña del precio que debemos pagar ambos, usted por ser poderoso en los términos humanos usuales, y yo por ser artista.

Después de este preámbulo vamos al tema:

Llevo una existencia miserable, lo que no me tiene contento. Sé que es una situación momentánea puesto que mi naturaleza me obligará a salir a flote de cualquier manera, pero admito que Su Generosa Ayuda me lo haría decididamente más fácil.

Hablo de, digamos, unos cien mil pesos mensuales (lo justo y necesario para costearme los estudios) durante un año. En caso de que juzgue tal cantidad excesiva, estoy dispuesto a recibir lo que sea. Piense en Pericles, Augusto y los grandes mecenas del Renacimiento, o acaso en los legendarios sultanes que se hacían rodear de poetas y músicos.

Y si aún ello no le parece, bien podría ayudar consiguiéndome un trabajo por media jornada que no me impida seguir estudiando. Le envío mi currículum y mi libro. Léalos, estoy seguro de que le entretendrán tanto como esta carta.

Estaré feliz de recibir noticias de su puño y letra, aunque no me he hecho ilusiones de clase alguna. Incidentes como este no hacen la vida de tipos carismáticos como usted y como yo. Nuestra misión, estimado señor Cardoen, es descubrir nuestro origen e indagar acerca de nuestro destino (acaso no sean una misma cosa).

Aquello que hace que interactuemos de esta manera, no asoma más allá de lo que nos hemos acostumbrado a tratar como asuntos humanos. Existe otro mecanismo por el cual nos vinculamos usted, yo, y el resto de las personas; su naturaleza es un misterio para la gran mayoría de nosotros por una razón muy lógica, y a la vez desconocida. Pero esto es ya tema para otra carta, espero no haberlo cansado con mi teología de tercera mano; por ultimo si no llegamos a vernos (cosa que no me extrañaría), reciba al menos mi saludo y la reiteración de este aforismo insignificante: tenemos un origen, tenemos un destino.
Malayo

Hice llegar esta carta a Carlos Cardoen en la fecha que figura al comienzo, a través de un amigo de mis padres a quien escondimos en la casa durante la dictadura. Estaba algo desesperado, aunque, tal como escribí, nunca dudé de que mi propia naturaleza me haría flotar. Una tirada de cartas de tarot me dijo: “no habrá ayuda externa” y no la hubo. Trabajé 1 mes en una galería de arte y el resto del año como gerente de una fábrica de ataúdes. En diciembre gané un premio literario con el que me pagué un computador y un viaje a Cuba. En ese viaje coincidimos con el negro Prieto y Bianchi, sin proponérnoslo. Wao. Publiqué la carta en el cuarto número de la revista Casagrande (abril 1998).

miércoles, febrero 08, 2006

147. Traducción al malayo III: Sabor a mí

Tanto tiempo disfrutamos de éste amor
Nuestras almas se acercaron tanto así
Que yo guardo tu sabor, pero tú llevas tambien
Sabor a mí.

Si negaras mi existencia en tu vivir
Bastaría con abrazarte y conversar
Tanta dicha yo te dí que por fuerza llevas ya
Sabor a mí.

No pretendo ser tu dueño
No soy nadie, Yo no tengo vanidad.
De mi vida doy lo bueno
Soy tan pobre que otra cosa puedo dar.

Pasaran más de mil años, muchos más
Yo no sé si tenga amor la eternidad
Pero allá tal como aquí en la boca llevarás
Sabor a mí.

Tantas veces tuvimos sexo

Y de tan buena calidad

Que recuerdo tu sabor, y estoy seguro de

que recuerdas el mío.

Niégalo ahora si puedes

Admite que te descontrolarías si me acerco

Tanta
dicha te di que llevas mi marca

No pretendo ser tu dueño
Me felicito por otras cosas

Pero sé en qué aspectos soy bueno
Tú pudiste comprobarlo, y gratis

Pasará mucho tiempo, mucho

No sé cuánto, pero bastante

Tú me probaste y te gustó

En la boca llevas, ya sabes, ese sabor

Además:
Traducción al malayo I: Historia de un amor

Traducción al malayo II: La barca

martes, febrero 07, 2006

146. Poder

Las movilizaciones que protagonizaron los alumnos de la enseñanza secundaria de la Región Metropolitana en abril de 2005, demostraron que había un movimiento estudiantil cohesionado y con demandas concretas en las aulas chilenas. Las exigencias de entonces se centraban en tres puntos: (1) ampliación del horario de uso del pase escolar, (2) congelamiento del valor del pasaje escolar, y (3) congelamiento del porcentaje de notas que incide en la ponderación de la PSU. Meros aspectos coyunturales que dieron paso a discusiones más serias sobre el rol del estado en la educación, la participación de los centros de alumnos en la toma de decisiones al interior del colegio y la Jornada Escolar Completa, entre otros.

El de la foto se llama Daniel Bremer, es uno de los dirigentes. Después de entrevistarlo conversamos un rato. Me dijo algo muy interesante sobre el poder:

"El poder es el acceso a la información, y el uso de esa información es la manera en que se ejerce el poder". Wao.