Una tradición establecida por el gobierno cubano hace que cada año en la fecha de la desaparición de Camilo Cienfuegos, acontecida durante un vuelo en avión sobre la costa en los primeros años de la Revolución, los niños lancen flores al mar. Con este tipo de ritos un país ateo y socialista mantiene contacto con la trascendencia, satisfaciendo una necesidad ancestral humana.
Es un acto de gran simbolismo que hace suponer a los cubanos que Camilo Cienfuegos está en alguna parte sonriente con un gran puro, como en los afiches revolucionarios, recibiendo las flores. Sobre todo la flor que sostienes tú, tan igual y diferente a todas las demás.
Y no lo dudamos, ahora de grandes, más allá de la clase de persona que haya sido en vida o de las acciones que haya emprendido y de las causas que lo hayan motivado. En el fondo da lo mismo el nombre de Camilo Cienfuegos. Lo importante es lanzar flores al mar sabiendo (esto se mantiene en secreto porque Cuba es un país ateo y socialista) que nos estamos comunicando con una persona muerta y cuando median las flores y el mar, lo hacemos de una manera bonita. Importa el acto y lo demás son detalles.
2 comentarios:
Sea como sea es lindo el gesto. Podríamos replicarlo en Chile. Flores para quién?????
Para cualquiera menos para el "pesao" de fernando flores..
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