- El perro más longevo del que he sabido tenía 20 años. Lo conocí en una casa de campo en Holanda en 1976, no recuerdo por qué razón estuve allí. Era inteligentísimo y tenía el carácter de un anciano.
- En Topes de Collantes, Cuba, una región que a comienzos de los 90 era semi salvaje, hay unas cataratas famosas. Un tipo que vive en el camino que conduce al lugar, solía ser requerido como guía, hasta que adiestró a sus perros (tiene varios). Cuando llegan visitantes, los deja ir con uno de los canes.
- Me contaron de una familia que al regresar de un fin de semana en la playa encontró su rotwailer muerto sin causa aparente. Al acercarse le vieron algo atorado en la garganta: era una mano humana. Alguien que había entrado a robar la debe haber dejado olvidada.
martes, junio 26, 2007
425. historias de perros
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4 comentarios:
La primera historia de perros, me quedan dudas. No sé a qué tipo de caracter de anciano te refieres. Mi abuelo fue un hombre que toda su vida fue insoportable de caracter.
La segunda historia de perros, me alegro por el ingenio del dueño de los perritos, ojalá que los turistas le recompensen su servicio.
La tercera historia tiene un final atroz, aunque no me sorprende tanto si se trata de un rotwailer. Pero me da pena el ladrón, que además de ladrón se quedó manco ¿gajes del oficio?
yo, humildemente con la last word fricki, me da más horror la primera...no saber porque estabas , malayo en Holanda,,,que pena...
Las otras voy a hacer que es pure imagination, aunque yo tenía un perro, el choclo, que le mordía los calcetines a mis novios y a nadie más que a mis novios. Hubo uno, el más creativo , que se los ponía al irse después de la visita de rigor.
Chain
Lo de la personalidad de los animales hace rato que es más que evidente. Recomiendo buscar material de Konrad Lorenz, el animal con más personalidad que ha existido.
Una vez, en Jose Miguel de la Barra con Merced, me uní a una jauría de perros que andaban en leva. La perra en celo se apoyó en mi y corrí cuadras y cuadras seguido de 10 canes de todos tamaños. Entre patadas y gritos me hice respetar y a la perra también.
El perro más longevo que yo he conocido fue uno que teníamos en el campo de mi abuela. Se llamaba Yow. Era un pastor alemán. Terminó ciego sordo y mudo. Apenas ladraba en sus últimos días.
Desde chica me han seguido perros. Alguna vez en la universidad me siguió uno hasta mi casa y se quedó llorando afuera de la reja. Alguien los termina echando por mí. Yo no tengo corazón para hacerlo.
En isla de pascua, los perros tienen una personalidad especial. Se apapachan a un gringo en el aeropuerto, lo siguen durante toda su estadía, logran tener comida y cariño y cuando el gringo se va, cazan a otro que llega.
Es un asunto de raza.
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