jueves, noviembre 01, 2007

501. la feria del libro, un manicomio

Finalizaba un recital de poesía de Thiago de Melo en la Feria del Libro, y como es habitual en estos eventos, se le ofreció la palabra al público. Un caballero investigador de la literatura le regaló un libro a Thiago fechado en 1960, que éste coeditó junto a Neruda, y dio un discurso sobre los lazos de amistad entre Chile, México y Brasil. Según recordó, México entregó a nuestro país la suma de 1 millón de dólares de la época para apoyar la reconstrucción del sur tras el terremoto de Valdivia. Eso me hizo tenerle más cariño a mis amigos mexicanos pero no es de lo que quiero hablar ahora.

El segundo orador pidió a Thiago que intercediera ante las autoridades de su país para liberar a Hernández Norambuena, preso por intentar secuestrar a un empresario local. Enseguida otro señor lo interrumpió con un “déjalo que se pudra en la cárcel”, originando un breve intercambio de palabras. En el público había gente que parecía disfrazada, menos mal que no dijeron lo que pensaban.

Cuando la moderadora pedía un poco de calma, la editora de un libro que se presentaba a continuación (o alguien encargado de la edición) empezó a golpear la puerta furiosamente.

La representante de la organización de la feria me contaba más tarde que el señor que había pedido la libertad de Norambuena era papá de una ex compañera suya de colegio. Thiago le dio su email a la salida para que le mandara los antecedentes del caso.

Un amigo y yo reflexionábamos que a estas cosas es tan raro que acuda gente, que los que vienen están chiflados. Todos: el orador amistoso, el defensor de Norambuena, su contradictor, la neurótica que golpeaba la puerta, y Thiago también. Todos menos nosotros, claro está, y menos ustedes también. Pero ustedes no estaban allí.

5 comentarios:

fidelio dijo...

los que se pasean por la feria del libro parecen más afortunados, un buen ejemplo de manicomio

nadie dijo...

pensaba varias cosas. primero, que es cierto que en cualquier manifestación pública y abierta salen más locos de los que vemos a diario, es así y al menos nos recuerda que pisamos esta tierra-purgatorio. segundo, el señor de la libertad de norambuena, me parece saber de quien se trata y me da una pena enorme pensar en como terminan las vidas, que las pérdidas son tan duras, que uno nunca sabe qué futuro tiene escrito. tercero, que la feria del libro a estas alturas tiene sentido si algún amigo lanza un libro o si viene alguien realmente impresionante, que el escenario charanguero del medio hace doler la cabeza casi tanto como los precios de los libros, que a las editoriales chiquititas le dan un espacio como en otro lado (pienso en la calabaza del diablo), que todo está pauteado, que algo extraño de la feria chiquitita detrás del museo de arte contemporáneo, cuando las editoriales no tenían circo y todos eran -lamentablemente fuerza de palos y balas- más sencillos y soñadores.
al final yo tembién voy y paseo y escucho presentaciones y me río y me encuentro con gente que está tan loca como todos los que describes y le compro libros a mi hija y así (uy me alargué, sorry)

Anónimo dijo...

HOY VIERNES 02 DE NOVIEMBRE, DECLARO QUE EN VISTA Y CONSIDERANDO LOS ANTECEDENTES APORTADOS POR LA PERSONA DE MALAYO, ALIAS DE JULIO CARRASCO, POETA, MÚSICO E INGENIERO: ME DECLARO SU MÁS PROFUNDO ADMIRADOR, YA QUE LO QUE ACABA DE ACONTECER, EL DÍA JUEVES 01 DE NOVIEMBRE ES EL ECHO MÁS ADMIRABLE Y ORDINARIO DEL QUE HAYA SABIDO. RESPECTO A LO ANTERIOR, YO ME COMPROMETÍ A REALIZAR UNA ACCIÓN, LA CUAL POR PROBLEMAS LOGISTICOS NO PODRÉ REALIZAR INMEDIATAMENTE, PERO SÍ REALIZARÉ UNA SERIE DE ACCIONES TENDIENTES A DEMOSTRAR MI PROFUNDA ADMIRACIÓN AL SEÑOR MALAYO.

1: No ir más al CLAN.
2: No escribir más en el blog de Malayo
3: Tratar bien a todas las personas, sin importar su condición
4: Pedir disculpas a todas las personas que he ofendido en este blog, en especial a todas las amigas de Julio que postean, a Santiago Barcaza, a Felipe Cussen, a German Carrasco y a otras personas que no recuerdo ahora.

gabriel silva c.

Anónimo dijo...

Fidelio es el nombre de la única ópera que escribió Beethoven. Es un argumento a la lealtad y a la fidelidad en el amor, también al heroísmo y a la libertad.

Anónimo dijo...

do you mind ?