lunes, febrero 04, 2008

554. la biblia no es tan ficticia, después de todo

Elio pinchaba ocasionalmente con una chica de nuestro edificio allá por 1983 que se llamaba Ivette. Era algo guapa pero ni tanto, y además era una arpía. La dejó de pescar por cansancio y porque la mina empezó un noviazgo con un enorme fisiculturista, conocido nuestro y compañero de Elio en el instituto técnico profesional donde estudiaba mecánica naval. La muy fresca se picó y armó una pequeña campaña para humillarlo frente al vecindario. Lejos de seducirlo con esas torpes insinuaciones, terminó ganándose su desprecio y el de los amigos.

Le dijo a su novio cabeza de Frankestein que Elio se le había insinuado; exactamente como en el episodio bíblico de José y la mujer del faraón. Frankestein no se daba cuenta de que todo el problema lo había generado la negativa de Elio a comérsela, o mejor dicho, a seguírsela comiendo.
Vino Frankestein a buscarlo para arreglar cuentas. Sin decir nada partieron rumbo al caminito donde tenían lugar las peleas cuando los púgiles no querían ser separados. A medida que se alejaban se hacía más notoria la diferencia entre ambos. Elio iba a morir, de eso no quedaba la menor duda. Con la ayuda de un delincuente que pasaba por ahí y se puso a comentar refranes populares sobre las peleas por mujeres, convencí a Frankie de que desistiera y se retiró con su novia. Todos decían que la chica le había puesto un festival de cuernos.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Get a life!

fidelio dijo...

igual Ivette en algún momento creyó que Elio se le insinuaba, anda saber si deliraba, o lo hizo para vengarse del rechazo, o probablemente ambas cosas... a pesar de que no salió muy premiada con el monstruo de novio con que acababa. el más favorecido de la historia es Frank que agarró novia a pesar de lo feo y a pesar del engaño, pero la mayoría de los noviazgos se mantienen por el engaño. lo cierto es que hay que saber poner límite a la venganza, antes de que se vuelva en nuestra contra, y hay que construir puentes hermenéuticos si queremos obtener lo que merecemos. y parece que salvaste a Elio de una paliza, que quizás igualmente se merecía, vaya uno a saber.

Anónimo dijo...

lo cierto es que la mayoría de las parejas largas se mantienen a pesar de los engaños, infidelidades, etc, pero está claro que hay una gran diferencia entre 1- las debilidades humanas naturales y 2- la maldad o la estupidez pura y dura (de esta chica y su Franki)

Anónimo dijo...

Me parecen bastante polarizados los rasgos de los protagonistas de esta historia. Ya desde ahí no me parece confiable la historia que cuentas si es que es una “historia de la vida real”.

Para poder contar una historia lo más cercana a la verdad deberías haber conocido la versión de los hechos según Ivette. Con seguridad te hubieras encontrado con antecedentes que Elio omitió.

Pero como Ivette no era tu amiga, el crédito total es para Elio.
Obvio, si para eso son los amigos!