En 1993 trabajé en una salsoteca llamada “Anacaona”, que quedaba en San Antonio pasado Monjitas. Siempre ponían las mismas canciones. Los jefes bromeaban con que jamás conseguiría novia allí por ser rubio; decían que los morenos eran los que la llevaban. A mí me pareció que no la llevé menos que mis compañeros morenos, pero efectivamente, a la postre no conseguí novia.
Una vez anunciaron la creación de un club de salsa y le pusieron el ostentoso nombre de “club de salsa de santiago”. Al poco tiempo leyeron una carta que enviarían a los medios. La misiva respondía a una declaración de un ejecutivo radial que había sostenido que en chile la salsa nunca iba a prender. Comenzaba así:
“Señor fulano:
Con una mezcla de rabia y tristeza escuchamos su declaración …”
Y terminaba:
“club de salsa de santiago”
3 comentarios:
¿cuándo vamos a ir a bailar salsa, Malayo ah?
¿por qué eliminaste las canciones del Box Widget?
¿Qué vas a hacer cuando llegues al 666? ¿Algo especial? Yo llegué al 200 y no me di cuenta.
Publicar un comentario