Esta es la historia de un amigo de la universidad a quien llamaban “el chino”.
Estaba en el living de la casa de su novia aprestándose a mirar la teleserie del momento, con ella y los suegros. En eso pasaron las imágenes que promocionaban la programación de los meses de verano. De pronto entre las escenas de sol y playa apareció mi amigo, el chino, recostado en la arena abrazando a una chica que, evidentemente, no era la dueña de casa. Todos los ojos de los presentes se clavaron en él. Pobre chino.
Estaba en el living de la casa de su novia aprestándose a mirar la teleserie del momento, con ella y los suegros. En eso pasaron las imágenes que promocionaban la programación de los meses de verano. De pronto entre las escenas de sol y playa apareció mi amigo, el chino, recostado en la arena abrazando a una chica que, evidentemente, no era la dueña de casa. Todos los ojos de los presentes se clavaron en él. Pobre chino.
4 comentarios:
Julio, hermano: mi cumpleaños vamos a estar celebrándolo el Martes, en el Parrón. 8:30, allá nos vemos,
C
oye guatón mal poeta, gomez maraco, te voy a regalar un libro de oraciones...
no escribas más por favor...
Malayo... estai muy fome... eras mi consuelo entre lecturas aburridas. Ahora eres mi tortura...
que fea es esa palabra fome, que tanto utilizan aqui, es como pedo no se...
Publicar un comentario