miércoles, julio 20, 2005

Punta de Tralca, Editorial Universitaria... y Neruda

Última vuelta al asunto de la fuerza vaginal.

Recién empiezo a dimensionar lo que es el tema de la musculatura vaginal para las mujeres. Mina que entra al blog se manda las partes conmigo, acusándome de estar descubriendo la pólvora, etc. Chicas, si tienen algo que decir por favor además de hacerlo personalmente a mí, estámpenlo en los comentarios para que el resto pueda opinar. La mina de la que hablo ejercía una presión dos dígitos mayor que la más poderosa de ustedes, créanme. Menos mal en todo caso, ¿para qué querrían tener una musculatura así? ¿para trabajar en el circo? No estoy diciendo que ustedes no sean musculosas, sino que eso de lo que hablo era algo fuera de lo común.

Coincidencias por todos lados

Entre los comentarios a mi último posteo leí los términos “Punta de Tralca” y “dinero”, y recordé enseguida la Editorial Universitaria. Se preguntarán qué relación hay entre estas cosas. Para responderles tendré que llevarlos de paseo por Santiago y mencionarles que la casa central de Editorial Universitaria estaba (no sé si sigue allí) en una calle llamada María Luisa Santander.

María Luisa Santander era una mujer católica hasta el tuétano y con más plata que las tres arañas. A fines del siglo XIX era dueña de Providencia, tenía un fundo que daba al mar y a la frontera con Argentina, y entre otras cosas era también dueña de Punta de Tralca. Murió soltera y sin más parientes que un hermano menor, Bernardo Santander Achurra, de quién tengo una foto. A él correspondía heredar la fortuna, pero para ella era demasiado liberal. Además la santa iglesia le había prometido vida después de la muerte, por lo que la señora la dejó en su testamento como única heredera.

También pensó en su familia. Acordó que la iglesia se haría cargo de solventar la educación de su parentela hasta la cuarta generación. Yo soy la quinta. Así es, soy tatarasobrino-nieto de esa señora, y si hubiéramos repartido sus bienes entre todos los parientes, me habría tocado mínimo una cuadra en Providencia. Pero no quedé sin herencia, lo supe en 1996 al salir de la librería de Editorial Universitaria que queda al lado de la casa central de la Universidad de Chile. Maldije sin querer la casa editorial por el trato humillante que recibí una tarde allí, y menos de un mes más tarde se declaró en quiebra.

O sea que heredé la capacidad de maldecir lo que tenga alguna relación con María Luisa Santander Dawson. No sólo eso: también heredé el derecho de demandar a la iglesia por haberle hecho creer a la esñora que era posible comprar el paraíso. Por años he acariciado tal posibilidad. Hasta se me ha pasado por la cabeza presentar un médium capaz de testificar que MLS no se encuentra en el paraíso, o sea que fue estafada.

Dije antes que la susodicha había sido dueña de Punta de Tralca. Adivinen quién tiene una casa no lejos de allí. ¡Neruda pues! La casa de Isla Negra está en un terreno que debió pertenecerme.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

graciosito: se supone k eso de ejerecer presiones y musculaturas vaginales debiera gustarte, it´s depends siempre... whareva. en reirme leyendo tu blog Julio, como fan, aparte de ser el unico eres the very best. beso.

Anónimo dijo...

Pucha amigo, llegué tarde al debate, pero me pareció divertida tu historia de la chica cubana y su vagina súper musculosa. Que ironía, creí que mientras más desarrollado el músculo de la vagina, más placer producía a los hombres. Es más, es lo que argumentan varios sexólogos. ¡¡¡Mmm qué confusión!!!! ¿Seguiré o no ejercitando mi vagina? ...Ah?

La chica maravilla

Anónimo dijo...

NO SOY ANONIMA, QUE PASÓ?

Anónimo dijo...

BUENO, TU SABES QUE NO SOY ANONIMA!!!!


La chica maravilla