Por si no lo sabían: hay electricidades cósmicas para cada día de la semana, nuestras energías ying y yang nos hacen entrar en resonancia con la Luna, el Sol y con las otras personas, nuestros chacras son afectados por plasmas que inciden sobre el aura. El tiempo y los ciclos lunares corren en espiral, estos últimos son fractales de ciclos de 26 mil años identificados por los mayas.
Todo esto lo supe de una encantadora experta en el calendario maya que conocí en la casa de unos amigos. Es una estudiosa de las culturas mesoamericanas; ha participado en varios talleres de autoconocimiento; una vez estuvo en un seminario sobre culturas de la tierra y todas las mujeres que asistieron menstruaban al mismo tiempo (lo dice ella, no yo).
Me aseguró que soy serpiente de vidrio según el calendario maya. Sea. El terremoto del año pasado en Malasia (el país, no este blog) fue porque la Tierra quiso castigar el turismo superficial que había allí. Los huracanes Katrina y cía son manifestaciones de la naturaleza contra el consumismo gringo.
Pero no se preocupen cabros, la Tierra va a tener menos pretextos para enojarse en 2012, porque ese año termina un ciclo de 26000 años y pasamos a un nuevo estado de conciencia. Y aquellos recalcitrantes que no mejoren con eso, tengan paciencia: en 4 millones de años más, el Sol se va a convertir en una súper nova, es decir, en un ser iluminado y nos va a transformar en luz a todos.
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