Hay un verso de Neruda que habla de un notario que hace el amor a su mujer como por descuido. Algo así fue nuestra catorceava postulación al FONDART, el viernes antes pasado. Lo hicimos casi sin darnos cuenta.
Recuerdo las postulaciones anteriores, llenos de esperanzas y de hojas y hojas impresas con gráficos y números. Una fundamentación pragmática o caliente según el caso. Carreras a buscar presupuestos, recomendaciones, etc, etc, etc, etc. Y el último día los últimos en fila para entregar los formularios.
Una de esas veces las asistentes del Consejo del Libro nos habían pedido severamente que no dejáramos las cosas para el último día, pero ahí estábamos el negro Prieto y yo, otra vez últimos. Habíamos entrado colados a través de lo que parecía ser una salida de emergencia después de que cerraran las puertas de recepción. Una vez adentro, nos percatamos de que faltaban hojas por fotocopiar. Conseguimos fotocopias en el piso 7, 8, 9, no lo recuerdo, allí dimos con una fotocopiadora y una persona de buena voluntad.
La cola terminaba con nosotros y cuando nos tocó el turno fuimos divisados por las asistentes del Consejo del Libro y las cámaras del canal 13.
- ¡Usted venga para acá ahora mismo! (Dijeron las asistentes del Consejo del Libro tomándome del brazo).
Mientras yo daba explicaciones por nuestro retraso, el negro Prieto hacía un resumen del proyecto CHILE AL COSMOS a una guapa periodista de canal 13. Era nuestra 6ª postulación creo.
1 comentario:
Apuesto que este año se lo ganan. Lo veo; se los vaticino.
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