sábado, enero 20, 2007

342. Una canción en el desierto

Se trenzó una corona de negruzca fronda en la región de Acra:
allí revolví el caballo peceño y acometí hacia la muerte con la espada.
También bebí en cuencos de madera la ceniza de los pozos de Acra
y al encuentro partí de las ruinas del cielo con la visera bajada.

Pues muertos están los ángeles y ciego quedose el señor en la región de Acra,
Y no hay ninguno que me cuide en el sueño a los que aquí entraron al reposo.
Molida a golpes quedó la luna, la florecilla de la región de Acra:
así florecen las que imitan a los espinos, las manos con anillos mohosos.

Así tengo pues que encorvarme al final para el beso cuando oran en Acra…
¡Oh, mala fue la malla de la noche, la sangre gotea a través de las hebillas!
Así llegué a ser para aquella su hermano risueño, el férreo querube de Acra.
Así pronuncio el nombre todavía y aún siento el incendio en las mejillas.



Si me dijeran que esto es lo más profundo que se ha escrito después de La Ilíada, no tendría argumentos para oponerme. Paul Celán lo ubicó estratégicamente en la primera página de su primer libro (Amapola y memoria); quería hacer notar su entrada en la historia de la literatura, de eso no me caben dudas.

Al resto de su obra se le suele dar un sentido oracular, tal como afirma mi hermano Anwandter; cuando se trata (a mi juicio) muchas veces de un sucedáneo de la escritura automática, o sencillamente de devaneos (a juicio de mi hno A.) sin pies ni cabeza (a juicio de ambos).

Sin embargo bastaba con “Una canción en el desierto” para darle las gracias a Europa por haber engendrado un poeta así. Por la oscura aceptación del destino, con la cabeza gacha y la sangre goteando a través de las hebillas, por el orgullo de haber cargado contra lo más alto, y por todas las reminiscencias medievales que surten, cuando son convenientemente usadas, un efecto especial en nuestra época.

Esta traducción es de José Luis Reina Palazón (muchas gracias José Luis), editorial Trotta.

Quienes quieran leer una traducción espantosa del mismo poema, pueden hacer clic aquí.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

ah y te acordaste de la poesía....mich...

Anónimo dijo...

comparto lo de celan, pero no lo de la iliada, por qué crees que la iliada es tan profunda?

Anónimo dijo...

julio, maricon culiao, dale la pasa de una vez por toda a mariasole para que se quede tranquila

Anónimo dijo...

lara lara lara lara loo loo loo. ca ca ca ca ca ca

............

sip suip

Anónimo dijo...

Yo maria soledá -desde mi ignorancia feroz- prefiero la odisea, pero entre homeros se me cuelan profundidades, no puedo negarlo...celan, también de acuerdo pues y también por esa banalidad de mi aficion por los poetas suicidas, que horror

Anónimo dijo...

Que Poeta da vida???
Que poeta vive lo que dice???
Dk.

Anónimo dijo...

TODOS

Anónimo dijo...

Patrañas!!!
Dk.