Escaneé estas páginas de "Las armas de ayer", de Max Marambio, por su conexión con esta otra historia que puse aquí hace tiempo. Son dos versiones que parten de esa noche que yo ubiqué erróneamente en 1974. En realidad ocurrió en los primeros meses tras el golpe.
6 comentarios:
me pregunto cual es la necesidad de publicar esta tu herida heredada, pero si lo haces es porque hay una necesidad. Saludo honestamente esa emoción
hey,visita mi blog
Y yo me pregunto cuál es la necesidad de un hombre tan inteligente como tu padre a arriesgar la vida tantas veces como le fueron posibles.
No sé si el contexto histórico lo justifica.
Esa es la clase de amigos pa Malayo:Pablo Dittborn.
Pablo Dittborn, que ha demostrado ser brillante por su propio trabajo, es además amigo de infancia de mi padre. Pienso que Chile nunca terminará de agradecerle lo suficiente por haber creado The Clinic junto a Pato Fdez.
En cuanto a ti, anónimo: haz algo, te vas a podrir si te quedas empantanado en el marasmo del resentimiento. La envidia es completamente improductiva.
Saludos por la herencia malayo, porque no solo se heredan las heridas si no también la fe y el impulso creador. Que bueno que no se te olvide y que esta historia forme parte del caleidoscopio de historias de tu blog
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