jueves, mayo 22, 2008

642. hermosa

En las buenas y en las malas.
Esta imagen basta para no arrepentirse por haber votado por ella.

16 comentarios:

Anónimo dijo...

más autocrítica y menos autocomplacencia dijo ayer la oposición luego del discurso presidencial, yo pienso lo mismo y también voté por ella... no me arrepiento, pero exijo más.

La sed es todo, la imagen es nada (lo dice Sprite, y también estoy de acuerdo...)

Anónimo dijo...

guatona culia

Malayo dijo...

entrega tus argumentos o hazte un lavado intestinal, amargado

Anónimo dijo...

me interesa una relación entre urbanismo y poética, eso se me plantea como una posibilidad para una obra que supere los clichés de la poesía política tradicional latinoamericana, tanto en su vertiente utópico-heroica, personalista, paternalista, megalómana, como en la vertiente más reciente que busca lo político únicamente en la vida privada, desde el padecimiento del sujeto. Y voy a resucitar a un poeta judío americano que fue perseguido por el macartismo, que hacía una poesía objetiva, perceptiva, sin sujeto, problemática, urbana; lo voy a resucitar para ponerlo como hablante en el cono sur de estos días.Para el que no tiene militancia, ni apellido, ni pertenece a ninguna patota, es difícil hacerse escuchar. Lo mejor es ganar algo fuera del país. Esos que mencionas fueron una manera de comprar tiempo, un buen computador y bibliografía.

Acá sólo escriben los que tienen plata, escriben porque algún conocido los enchufa por ahí en un diario o en una universidad privada un par de horitas con buen sueldo, los mencionan en la prensa, los inventan, los cuidan, les cambian los pañales. Hay algunos a los que la sociedad chilena les compra la dosis de cocaína o copete durante un buen tiempo y luego les inventan un premiecito para pagarles el tratamiento. A otros no nos queda sino hacer las cosas bien, mil veces mejor.

Anónimo dijo...

Estimado Malayo,
yo también voté por Bachelet y aunque a veces dude de si su gobierno está bien o mal hay algo de lo que nunca he dudado, y es que Michelle Bachelet es una buena persona, así de simple, una mujer inteligente y entregada, orientada a la labor y a la que yo le creo que de verdad quiere lo mejor para todos en este país. Puede que no sea un animal político como era Lagos, pero ya tenemos claro que eso no necesariamente es sinónimo de hacer las cosas bien. Y aunque al votar por Presidente algunos consideren que hay que votar por el mejor político yo creo que no, o al menos no es así para mí, yo quiero un presidente que sea genuino y honesto, preocupado de verdad y no que haga gestos de genrosidad que después evalúe en términos de votos recaudados o resultados de encuestas, y Bachelet en ese sentido ha cumplido y superado todas mis expectativas.

Anónimo dijo...

Habló muy bien ayer la señora. Por fin se nota la mano de un equipo detrás. Debo admitir que estuvo muy, pero muy bien.

Anónimo dijo...

Sus gestos de generosidad no son más que caridad. Caridad para los más pobres, y que muchos, por no decir la mayoría, seguirán donde mismo y seguirmos siendo un país subdesarrolado en donde el que menos se esfuerza consigue más.

He pensado en lo que dicen sobre la igualdad, ok, lo comparto, pero esa igualdad no es justa.

No es justo que a muchos les hayan pagado sus casas (tal vez, viviendas sociales, pero lo obvio es que las paguen), les den subsidio de pago de luz, agua, PSU gratis, y blabla, mientras que habemos otros que hemos pagado nuestras casas peso a peso, pagamos isapre para tener mejor atención de salud, pagamos colegio particular porque la enseñanza municipal es pésima, pagamos, además del IVA, impuesto a la renta, a la bencina, para estudiar si no nos dan finaciamiento en la universidad se debe hipotecar la casa para poder estudiar, si tenemos auto hay que pagar permiso de circulación, más TAG, estacionamiento, además de tener que circular por calles llenas de e-ven-tos ¿y por qué? porque por salud mental hay que evitar el uso del Transantiago.

Y para qué hablar si se omito sin querer algún detalle en la declaración a la renta o el IVA, porque la orden de embargo no la despinta el SII, pero si el MINEDUC tiene 262 mil millones de pesos perdidos tenemos que estar todos tranquilos pensando que es sólo un problema administrativo - contable.

Su discurso lo encontre inseguro, titubeante, me transmitió la sensación que ¿quién escribió esto? ¿por qué lo estoy leyendo? ¿por qué no me avisaron que voy a decir esto?

Y eso que no soy amargada.

Anónimo dijo...

el que explica se complica: si no hubieras dicho al final que no eras una amargada yo capaz que no lo habría pensado ... no ... en realidad lo hubiera pensado igual

Anónimo dijo...

de verdad se mamaron las 2 horas y media? la ùltima vez que escuchè a un presidente fue el 73, en la mañana...
besos
míos

Anónimo dijo...

Estamos en un Estado libre pensante.

Anónimo dijo...

Julito que lindo, me emociono la imagen que pusiste de la Presidenta, y las bellas palabras de bajada. Leí los comentarios, y bueno hay de todo como siempre, gente ociosa que por ejemplo se desgasta escribiendo en contra tuya, y que por supuesto son del tipo de comentario “guatona culia” a ellos les digo, que pena que sus vidas giren en torno a lo que es escribe Julito. Gasten su energía en tirarle mala onda, y él ni se entera que existen, ni les importa que existan, es más yo creo que hasta siente un poco de pena porque como él es re buena persona, siente lastima por giles de esa calaña. ¿o será una gila despechada? Lo más probable.
Viva Bachelet y Viva Malayo!!!
Janis.

Anónimo dijo...

Janis,
no estoy despechada.

Anónimo dijo...

El poeta Emmanuel Hocquard, nacido en París en 1937, ha explicado el desarrollo de su escritura a través de tres personajes metafóricos que han dictado la evolución de su poética: el Arqueólogo, el Detective Privado y el Gramático. El Arqueólogo escarba, encuentra vestigios, quita el polvo, hace trabajos de restauración y exhibe sus resultados. El Detective privado, por su parte, busca pistas, investiga casos, resuelve asuntos oscuros. Un poeta detective trabaja sobre una concepción propia, es decir, ubica las “consignas” recibidas que nos controlan desde la infancia. Cuando una “consigna” se detecta en cuanto tal, comienza a ser desmontada y, en consecuencia, a diluirse. Ahí entra el Gramático. El poeta gramático sabe que la gramática gobierna su pensamiento, por eso busca interrogarla. De ahí que se ocupe verdaderamente de los problemas del lenguaje.

Germán Carrasco puede ser visto como un poeta detective privado. Su libro Multicancha es un expediente repleto de evidencias frescas y de datos útiles que nos dan pistas efectivas sobre lo que nos sucede. Un expediente flexible, lleno de sarcasmo y rapidez que se comporta como la lancha del poema “Ínsulas extrañas”: “…Quizás a eso se debía la / empecinada velocidad de la lancha, que de tan extrema / parecía estática”.

2. Hay dos clases de detective privado, el de la novela policíaca y el de la novela negra. El de novela policíaca –de la escuela inglesa– se mueve en el mundo del deber ser y busca restaurar el orden perdido, trastocado por el crimen que se cometió. El detective privado de la novela negra, en cambio, no busca restaurar el orden perdido porque el mundo en el que habita es caótico, disfuncional, un mundo en donde todo está averiado. Es un universo controlado por la corrupción y la ilegalidad en el que la policía misma es más corrupta que los grupos mafiosos a los que supuestamente debe eliminar. En la novela policíaca, “el mal” es visto como inherente a la naturaleza humana, mientras que en la novela negra, “el mal” está en la organización social transitoria, es parte de ella. El detective privado es ahí un personaje sumido en la crisis de un mundo en que los antiguos valores, considerados alguna vez como absolutos, han dejado de existir. Tal y como se pregunta Carrasco en “Elefantes blancos”: “Por qué y para qué héroes, magnificencia, / elefantes blancos, mayorazgos, caciques, / Por qué les neiges. Por qué aviones de despegue vertical / con los que un petimetre, un pendejo pertinaz / rodeado de botellas de whisky y líneas de polvo (que confunde con no sé qué montaña sagrada) / juega a que juega con el mundo, con la conquista / de no sé qué luz del mundo como en un casino / o juego de computador. Por qué templos.” De ahí la necesidad de inventar nuevos criterios para juzgar, para reaccionar, para escribir: “con alguna herramienta contundente / como por ejemplo una pala de jardín / –cualquier herramienta es un arma / si se la empuña adecuadamente– / permanezco alerta a palabras y sonidos / de la calle, a la vez que del libro / o mi boceto, garabatos; creo asirla, y esta vez / siento que forcejean con ganzúa.” (“Alta poesía”).

3. El poeta de esta naturaleza, dice Gilles Tiberghien en su libro Emmanuel Hocquard (París, Seguers, 2006), “no es sólo un detective que opera mediante la deducción, razonamiento y ensamblaje lógico, es un tipo que evoluciona en un mundo desprovisto de toda racionalidad y moral. Está dotado –además de una capacidad de razonamiento y de una tasa de alcoholemia ligeramente superior a la media– de una intuición, de un simple vistazo evaluador que no tienen otros criterios más que sus convicciones personales y, tal vez, una cierta forma de ética.” El poeta detective no busca hacer estallar la verdad sobre una tabla rasa, busca tratar de entresacar mentiras: “Los grafemas imprecisos de antiguas épicas se / pegaban al vidrio como mosquitos pero no alcanzaban a / interrumpir nuestra nítida visual” (“Razones para desplazarse”).

4. En Multicancha el expediente se abre con una evaluación del estado de las cosas mediante la descripción del Ombú –árbol meridional que prolifera en Sudamérica– y de quienes habitan bajo su sombra: “Las raíces exteriores del ombú / –film o novela de ciencia ficción– / reconquistan espacios públicos y aceras; / rizomas descomunales, aspiran / enroscarse en las rejas, infiltrarse / en palacios de gobierno, fundirse / en el nouveau de las fachadas / por el barón rampante, las parejas de jeans” (“Ombú”). En los poemas que siguen el libro nos enfrenta en todo momento con estructuras sociales obsoletas, sistemas culturales desvencijados y sus personajes avejentados, con el concepto hoy extraño de homenaje, de héroe, y con sistemas de valores que aún persisten. Ante la imposibilidad de actuar con un objetivo claro, de señalar con precisión (un principio de incertidumbre que nos obliga a probar que no se puede probar que no se puede probar…), el detective poeta recurre a formas alternativas, imposibles, de enfrentarse con la realidad: “de todo laberinto (que no sea Atacama o el Sahara) se sale por arriba. Obvio. / Pero ese arriba es salida / no es dios la metafísica ni cosa que se parezca” (“Hombre araña”).

6. Aunque en el poema “Zurdos” el poeta detective cuestiona al maestro de primaria que asocia la gramática con un trabajo de taller mecánico, de piezas y partes que hay que armar y desarmar porque “o está bien o está mal el enunciado”, Carrasco sabe que la gramática, esa que ultimadamente sirve al sistema que cuestiona, a fin de cuentas, gobierna su pensamiento. De ahí que Multicancha esté lleno también de formas del lenguaje que buscan interrogarla.

7. Multicancha, en fin, se lee como un ejercicio que busca desmontar la estructura sociopolítica y cultural contemporánea. Mediante una escritura arriesgada y de ritmo veloz, construye un universo de imaginación personal que se vale de vivencias cotidianas y preceptos comunes para evidenciar la descomposición –o acaso obsolescencia– de las concepciones éticas vigentes en un mundo en donde sólo el lenguaje poético puede hacer frente al lenguaje informativo y mediático como herramienta de resistencia y crítica.

Saludos

Carla

Anónimo dijo...

multiaburrimiento Germán Carrasco!

Anónimo dijo...

iba tan bien la discusion pero ya se funo otra vez con ese german

dejanos tranquilaaaaaaaaaaas

Anónimo dijo...

No es él, es un amigo de Julio. Cacha bien.