viernes, mayo 02, 2008

626. y otra historia de hospital

Llegué al consultorio de mi zona en Cuba, presa del peor ataque de asma que he sufrido en mi vida. Me llevaban mis amigos en la parrilla de una bicicleta; por momentos creí que iba a seguir de largo hasta el inframundo. Cuando traspasé la puerta de urgencia pidiendo un inhalador por señas, el enfermero de guardia exigió que llenara un formulario antes. Con el poco aliento que tenía le saqué la madre y llené el formulario con jeroglíficos. Luego el tipo me puso una inyección de salbutamol avisándome que se alegraba de que me iba a doler. Pero yo miraba como entraba y salía la sangre de la jeringa con una tranquilidad total. Me mejoré al instante, y con el alivio se me pasó el enojo. Había tomado varios litros de cerveza.

OJO: las inyecciones de asma van directo a la vena. Primero sacan un poco de sangre, que se mezcla con el salbutamol, y luego vuelven a presionar la jeringa y entra todo al torrente sanguíneo.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

con que una inyección de salbutamol ah? haberlo sabido antes!

Anónimo dijo...

jaJJajajJJJAJAAJa

Anónimo dijo...

Malayito, cuenta tus historias en el casa de GC, cuando le ibai a arreglar el PC a las 2 de la mañana.

Ya po no seai tímido

Malayo dijo...

era una inyección en el brazo, las inyecciones de asma son a la vena.

Anónimo dijo...

queeeeeeeeeeee!!!!!!!!!

te ponía inyecciones el GC,

solo en el brazo?