domingo, mayo 10, 2009

El poeta caníbal

Estábamos en un bar de la Roma y pasó un joven vendiendo libros. Eran muchos, todos de poesía. Cuando se iba, escuché la historia de José Luis Calva Zepeda, el poeta caníbal. Solía pasar por estos mismos lugares vendiendo libros impresos por él. Uno de ellos se llamaba “Instintos caníbales”. Un día descubrieron el cadáver de su novia en el refrigerador de su casa. En el oficio de la fiscalía puede leerse: "en la sartén se encontraron restos de esta carne y un plato con cubiertos y hasta con un limón que nos hace presumir que las consumió". Luego lo metieron preso y al poco tiempo se suicidó, aunque algunos piensan que uno de los parientes de las personas que tenía en el estómago pagó para que lo sacaran de esta dimensión.

2 comentarios:

yus dijo...

mmm... que rico es morder a alguien.

los humanos tienen menos pelo q otros animales, se me ocurre q eso nos hace mas faciles de comer con gusto.

es canibalismo comerse los cueritos de los dedos?

Anónimo dijo...

carajo, estaba comiendo carne...mientras leía... aggg.
mar