En 5° básico estudiaba en Solidaridad con Chile, una escuela llena de chilenos que seguía el despreciable régimen de internado. Odié casi todo lo que había en esa miniatura de Alcatraz. Pasaba leyendo todo el rato que podía para acelerar el transcurso del tiempo. Un día vinieron unos cineastas a hacer un documental sobre nosotros. Cada día escogían un grupo de alumnos latinoamericanos para entrevistarlos. Llamaron a todos mis amigos menos a mí. En mi conciencia infantil estaba la sospecha de que lo habían hecho de acuerdo a la filiación partidaria de nuestros padres.
El tipo que se las daba de director del documental empezó a rondar a mi profesora, de quien para variar yo estaba enamorado. "Esther, ¿Esther?" la llamó desde la puerta el último día de filmación, antes de irse. Mi profesora rompió a llorar delante de todo el curso. Entonces se hizo evidente que habían sido amantes. Por mi parte no entendía qué tenía él que no tuviera yo. En 5° básico no tenía una noción muy clara del sexo, pero era suficientemente caliente como para haber hecho de todo con Esther. Tal vez debería haberme insinuado más.
4 comentarios:
Me agrada mucho el blog...
Llegue a visitarlo hace un tiempo,sin manifestar comentarios...
Ahora nuevamente regreso,leo este texto y me quedo para visitarlo otra vez,siempre y cuando no cause molestia...
Esther...un nombre hoy por hoy poco común,quizá por aquel caracter tan especial...
Auf Wiedersehen!
Esther.. leí tu pequeña crónica, quisiera saber si por esas casualidades de la vida, durante el exilio conservaste algún afiche de las campañas de solidaridad con chile, especialmente si alguno de ellos está relacionado con un homenaje, festival o tributo a Vïctor Jara que sea de la época '73 -'90.
Eso sería... salu2
Yuri Gahona. gahonopio@gmail.com
Esther, ¿Esther?...
describir el dramatismo, así sin más y el corazón pequeño que se arruga, de todo con Esther y ella se va con el enemigo...y luego dices eso del amor racional pfffff no te creo nada.
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