lunes, septiembre 25, 2006

279. Cuándo cortar un verso

En la sala de espera / Elizabeth Bishop
Trad: Diana Dunkelberger y Marcelo Rioseco

El original dice así:

En Worcester, Massachussets,
fui con la tía Consuelo
a una cita que tenía con el dentista,
me senté en la sala de espera y aguardé.
Era invierno y había oscurecido
temprano. La sala de espera
estaba llena de personas mayores,
congeladas y con abrigos,
había lámparas y revistas.
Mi tía llevaba adentro
un rato que parecía bastante largo
y mientras la esperaba, leí
un ejemplar del Nacional Geograph
(podía leer) y estudié
cuidadosamente las fotografías:
el interior de un volcán,
negro y lleno de cenizas;
y luego estaba derramando
riachuelos de fuego.
Osa y Martin Jonson
llevaban puestos pantalones de montar,
botas con cordones y gorros.
(…)


La fuente:

En Worcester, Massachussets, fui con la tía Consuelo a una cita que tenía con el dentista, me senté en la sala de espera y aguardé. Era invierno y había oscurecido temprano. La sala de espera estaba llena de personas mayores, congeladas y con abrigos, había lámparas y revistas. Mi tía llevaba adentro un rato que parecía bastante largo y mientras la esperaba, leí un ejemplar del Nacional Geograph (podía leer) y estudié cuidadosamente las fotografías: el interior de un volcán, negro y lleno de cenizas; y luego estaba derramando riachuelos de fuego. Osa y Martin Jonson llevaban puestos pantalones de montar, botas con cordones y gorros (…).

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