Fuimos a ver la exposición de Rosemarie Trockel, una de las madres del arte contemporáneo alemán. En el segundo piso había una muestra colectiva de jóvenes artistas argentinos inspirados en el trabajo de la alemana. Le dije a Germán: Che vos y yo podemos hacer esto, animáte. Germán me dijo: ni cagando.
Tengo todo lo necesario para dedicarme a las artes visuales, sólo me falta tiempo.
En otro orden de cosas pero a propósito de lo mismo: cometí la estupidez de comprarme un pterodáctilo de acero. Ahora no sé cómo voy a cargarlo en el equipaje.
Me hice el cucho con le gente del hostal; me habían pedido que abandonara el lugar hoy. No lo hice; a ver qué pasa cuando vuelva. Si no lo menciono más es que conseguí quedarme.
3 comentarios:
una recomendacion sibarita. no te pierdas una pasada x Sudestada comida vietnamita mejor que en ho chi minh. lo agridulce es de morirse.calle guatemala en palermo.
Dejé demasiadas cosas sin hacer. Voy a tener que volver en otra ocasión.
volver. simpre esta cerca.
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