sábado, febrero 11, 2006

149. Manuelita Fernández

Una inusual variedad de sopa de espárragos sirvió Manuelita Fernández a su esposo Joaquín Toesca, mientras este trabajaba en los planos del palacio de La Moneda. La estrambótica receta incluía un veneno a base de solimán crudo, con una concentración tal que según informaron los boticarios a la justicia de la época "aún con menos sobraba para matar un bruto". El buen Joaquín perdonó a su mujer y la trajo de vuelta al hogar. Murió antes de ver terminada su obra cumbre, constantemente humillado por un burócrata de apellido Altolaguirre que encontraba sus diseños demasiado artísticos. La Moneda sería concluida en 1805 por José de Goycolea, aprendiz de Toesca y según se dice, uno de los numerosos amantes de Manuelita.

Voy a averiguar dónde está enterrada esta mujer. Voy a ir a su tumba y le voy a decir: Manuelita, fuiste muy mala con Toesca.

Eso pienso hacer.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Vaya! ¡Cómo hay mujeres que se han atrevido! ¿por qué yo no?

Malayo dijo...

¿crees que se lo merecía el pobre? yo pienso que si la perdonó es porque la quería, o sea que no era una mala persona (me refiero a toesca). Otro en su lugar la habría dejado a merced de la justicia.

A ella no la juzgo por haberlo engañado síno por haber intentado matarlo. Eso me hace pensar que en sus numerosos amantes no buscaba satisfacer su apetito sexual sino que en realidad estaba investigando nuevas maneras de hacer daño, esto es, de ser mala. Qué mala eras, Manuelita.

Anónimo dijo...

La otra noche mi esposo me pide que le prepare un vodka tónica mientras está sentado viendo un partido. Al cortar dos rebanadas de limón, instintivamente abrí el cajón de los medicamentos. ¡Qué mala suerte! Justo la semana pasada, en un ataque de salvarlo de una serie de drogas supuestamente antidrepesivas, somníferas y aniquilantes del deso sexual, las boté al inodoro. Ahora que quería matarlo, o dormirlo lo suficiente como para que fuera a dar varios días, sino meses, a un hospital, sólo encontré un frasquito de belladona de homeopatía. Primera vez que he detestado ser tan sana.

Anónimo dijo...

PD: No sé si seré mala, pero mi esposo se ve tan bueno y, sobre todo, tan talentoso...

Anónimo dijo...

"bueno y talentoso"; ¿andrea, eres tú?
no, debe ser alguno de mis amigos;
malayo, yo te acompaño al cementerio, pero a cantarle a manuelita "mala", Los Muebles dixit; de hecho deberías dedicársela

Anónimo dijo...

"bueno y talentoso"; ¿andrea, eres tú?
no, debe ser alguno de mis amigos;
malayo, yo te acompaño al cementerio, pero a cantarle a manuelita "mala", Los Muebles dixit; de hecho deberías dedicársela