miércoles, marzo 22, 2006

164. Retro-innovación

Un compositor gringo vino a hacer un seminario de composición musical en la Universidad de Chile en 1994. Uno de los estudiantes le mostró una partitura hecha de dibujitos. Adler (asi se llama el compositor gringo) contó que un amigo suyo tuvo la misma ocurrencia en sus años de estudiante. Resulta que cuando entregó las partituras a los intérpretes para que la ejecutaran, cada uno de ellos empezó a tocar la última obra que había ensayado. "Nooooo" gritaba el compositor tomándose la cabeza con las manos. Los ejecutantes se encogieron de hombros.

Yo también me encogería de hombros si alguien me mostrara una partitura hecha con dibujos. Uno no es adivino para saber qué diablos quiso decir el autor con eso.

Adler contó otras historias vanguardistas, entre las que recuerdo esta: un concierto de un pianista coreano. Sobre el escenario había un hermoso piano de cola con un hacha al lado. El pianista llegó, tomó el hacha y las emprendió contra el pobre piano, para sorpresa de los asistentes.

Hace bastante tiempo el poeta Ángel Escobar me contó sobre un homenaje que había programado una galería de arte cubana a un pintor cierta vez. Había un trípode con un marco donde se suponía que el pintor iba a hacer algo. El pintor llegó mascando una mandarina, se la sacó de la boca y la pegó en la tela. Algunos de los asistentes dijeron: qué interesante.

Yo también digo qué interesante pero no respecto a ninguna de estas experiencias aisladas sino al fenómeno global. Por separadas me parecen caprichos de adolescente; unidas en un conjunto me dan qué pensar.

Pero de cualquier modo, ya está claro es que a estas alturas ninguna de estas cabezas de pescado resulta vanguardista, sino todo lo contrario. La cáscara de lo que alguna vez (hace cien años para ser más exactos) tenía contenido además de forma, función además de estructura.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Wwwaaaooo! Primera vez que concuerdo contigo: una partitura hecha de dibujos, el asesinato de un piano de cola con un hacha, la explosión de una mandarina sobre una tela, un DVD con fotos y dibujos al espacio, Fluxus, Yoko Ono, Christo, CADA, el guatón Garrido, los giganto-poemas de Zurita... Caprichos de adolescente (y de ni tan adolescente) que unidas en su conjunto tambén me dan qué pensar. Excelente post. ¡Gracias!

pécocq dijo...

Primera vez que comento acá... interesante es la discusión y la he tenido en varias oportunidades...
me gusta más que tus historias pugilísticas,debe ser que no soy buena pa los combos

Anónimo dijo...

yo creo que esta discusion no tiene ningun sentido. ademas de mostrar una nostalgia por esa vieja discusion modernista por el arte, o una melancolia para volver a las vanguardias, a los movimientos: Una forma de marxismo estetico, que no tiene ningun sentido discutirla.

No olvides Malayo... Nietzsche decia que si nos cambia el gusto, el cambio social es irreversible. Yo creo que tiene toda la razon.

Tu discusion, de aire neo-conservador, llevasela a los metrologos.

Anónimo dijo...

Vaya que saltó lejos el mání. Oye usuario anónimo, no te metas con nosotros que somos legión.

Anónimo dijo...

Estimado: Ud. será una legión, pero yo soy un usuario anónimo, lo que me da cierta ventaja por sobre su cofradía individual. Y si va a hablar de maníes que llegan a lugares insospechados, entonces hable también de invitados de piedra que llegan a lugares donde no se les ha invitado. Like you. No se tropiece con su propia lengua, estimado, mire que los años no pasan en vano. Un gusto leerlo. Como siempre.